LECCIÓN NÚMERO 49
LECCIÓN NÚMERO 49 ASCENSIÓN DE JESUCRISTO
La ascensión de Jesucristo al cielo, constituye la culminación del éxito de su misión como el Redentor de la humanidad. Esta no debió ser tampoco una alarmante sorpresa para sus discípulos, pues Él lo había manifestado públicamente en diferentes ocasiones, cuando aún andaba con ellos, antes de morir. Al respecto consideremos lo que nos dicen los pasajes bíblicos siguientes:
Hablando con los fariseos: 51Juan capítulo 7: versículos 33 y 34: "Y Jesús dijo: Aún un poco de tiempo estaré con vosotros, é iré al que me envió. 34Me buscaréis, y no me hallaréis; y donde yo estaré, vosotros no podréis venir."
Hablando con sus discípulos: 51Juan capítulo 16: versículos 4 al 7: "Mas os he dicho esto, para que cuando aquella hora viniere, os acordéis que yo os lo había dicho. Esto empero no os lo dije al principio, porque yo estaba con vosotros; 5Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Adónde vas? 6Antes, porque os he hablado estas cosas, tristeza ha henchido vuestro corazón. 7Empero yo os digo la verdad: Os es necesario que yo vaya: porque si yo no fuese, el Consolador no vendría a vosotros; mas si yo fuere, os le enviaré."
51Juan capítulo 14: versículos 1 al 3: "No se turbe vuestro corazón: creéis en Dios, creed también en mí. 2En la casa de mi Padre muchas moradas hay: de otra manera os lo hubiera dicho: voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo: para que donde yo estoy, vosotros también estéis."
Respondiendo al pontífice: 51Mateo capítulo 26: versículos 63 y 64: ..."Respondiendo el pontífice, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, Hijo de Dios. 64Jesús le dijo: Tú lo has dicho: y aun os digo, que desde ahora habéis de ver al Hijo del hombre sentado a la diestra de la potencia de Dios, y que viene en las nubes del cielo."
Hablando con Nicodemo: 51Juan capítulo 3: versículos 14 y 15: "Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado; 15Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, sino que tenga vida eterna."
Cuando Moisés levantó la serpiente de metal sobre el asta de la bandera en el desierto, toda persona que miraba a ella, al ser mordida por las serpientes ardientes vivía, o sea, era salva de la herida y los efectos mortales del veneno que estas le transmitían. Véase 51Números capítulo 21: versículos 5 al 9. De igual manera, Jesucristo fue levantado al cielo. Para que todo aquel que mire hacia Él en plena certidumbre de fe, sea sano de la herida y los efectos mortales causados por el pecado y tendrá vida eterna. Pues Él está sentado a la diestra del Padre para interceder constantemente por todos aquellos, que queriéndose liberar del pecado, claman con sinceridad confiando plenamente en las palabras del autor del libro A los Hebreos según 51Hebreos capítulo 4: versículos 14 y 15, donde proclama que, teniendo un gran Pontífice, que penetró los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un Pontífice que no se pueda compadecer de nuestras flaquezas; mas tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Y concluyendo el tema, dice: Por lo cual puede también salvar eternamente a los que por él se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos. 51(Hebreos capítulo 7: versículo 25).
En correspondencia, el apóstol Pablo, posible autor del libro citado, se dirige a la Iglesia de los romanos con una interrogante a la que él mismo le da una satisfactoria respuesta: ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aún, el que también resucitó, quien además, está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 51(Romanos capítulo 8: versículo 34).
Esta es una de las razones poderosas que justifica la ascensión de Jesucristo al cielo, donde fue a ocupar nuevamente la posición que tenía antes, junto al Padre. Ahora con un mayor grado de gloria y majestad, intercediendo con Dios por nosotros hasta el día de su venida.
Con relación a su ascensión, las Sagradas Escrituras narran lo siguiente:
51Hechos capítulo 1: versículos 9 al 11: "Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado; y una nube le recibió y le quitó de sus ojos. 10Y estando con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos; 11Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo."