LECCIÓN NÚMERO 50
CAPÍTULO 6 PROFECÍAS MESIÁNICAS LECCIÓN NÚMERO 50 CUMPLIDAS EN CRISTO JESÚS
Introducción: Este es otro de los temas de vital importancia, implícito en los fundamentos de la fe cristiana. Antes de entrar en detalles concretos quiero dar una breve explicación acerca de las profecías.
Profecía: Este término es aplicado a los discursos verbales o escritos de un profeta. El profeta es un proclamador del enunciado divino, o sea, es uno que anuncia el mensaje que Dios le ha revelado a él personalmente.
Los mensajes proféticos conocidos en la Santa Biblia encierran, generalmente, amonestaciones, reprensiones y enseñanzas de carácter moral, de parte de Dios para su pueblo. Principalmente cuando este se desviaba de los principios doctrinales que le habían sido legados por el mismo Señor. Pero las profecías contienen, además, una peculiar característica conocida como vaticinio, que consiste en predicciones de acontecimientos futuros. Estos enunciados de las profecías bíblicas constituyen una clara advertencia de las cosas que Dios va a hacer o de las que va a permitir que sucedan, a causa del pecado y desvío de su pueblo. Aunque en algunos casos se debe al pecado de una o varias naciones determinadas o de una gran parte de la humanidad. La mayoría de ellas incluyen un claro sentido de juicio y castigo, sin embargo, suelen concluir regularmente con un mensaje de esperanza, restauración y paz, como los que contienen las profecías mesiánicas y otras.
Muchas de estas profecías se tomaron un corto transcurso de tiempo, en el cual tuvieron su exacto cumplimiento, interviniendo tanto en el destino político, como en los demás órdenes de la vida de la humanidad o de una parte de ella.
Mientras que otras abarcan un período mucho más prolongado, extendiéndose hasta el tiempo en que Dios ha de poner fin a todas las cosas mediante la destrucción de este mundo.
Para una mejor comprensión acerca de las profecías bíblicas, será menester someterse a la lectura y consideración de cada uno de los libros proféticos de la Santa Biblia. Además de un estudio acerca de las que ya han sido cumplidas, con pruebas históricas en relación con el pueblo de Israel. El propósito de este estudio es solamente que nuestros lectores tengan una noción de lo que son las profecías, y cómo las referentes al Mesías tuvieron su exacto cumplimiento en la persona de Jesús, tal como se cumplirán las relacionadas con su segundo advenimiento.
Según leímos en 51Lucas capítulo 24: versículo 44, en el capítulo anterior, el Señor Jesús, después de haber resucitado apareció a sus discípulos y les habló diciendo:
…"Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos." 51(Lucas capítulo 24: versículo 44).
Según la mayoría de los eruditos, cuando los judíos hacían mención de "la ley de Moisés", se referían al Pentateuco. Lo que se concibe lógicamente, debido a la cualidad que lo caracteriza, según el concepto de antonomasia.
Profecías mesiánicas contenidas en la ley: Aunque la ley de Moisés no habla del Cristo con tanta claridad como lo hacen algunos de los profetas posteriores, sin embargo, es evidente que en determinadas mencione se refiere a Él, según lo declara el mismo Señor en el pasaje citado; lo cual confirman también los escritos bíblicos de algunos de los apóstoles. Al respecto consideremos las palabras referidas por Dios a Abraham según el siguiente pasaje:
51Génesis capítulo 22: versículos 15 al 18: "Y llamó el ángel de Jehová a Abraham segunda vez desde el cielo, 16Y dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único; 17Bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y como la arena que está a la orilla del mar; y tu simiente poseerá las puertas de sus enemigos: 18En tu simiente serán benditas todas las gentes de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz."
Esta promesa de Dios a Abraham: "En tu simiente serán benditas todas las gentes de la tierra". Según la interpretación del apóstol Pablo se cumplió en Jesucristo. Al respecto veamos el pasaje de referencia:
51Gálatas capítulo 3: versículo 16: "A Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo."
Otras predicciones en el libro de la ley acerca del Cristo, son las que se reflejan en los pasajes siguientes:
51Génesis capítulo 49: versículo 10: "No será quitado el cetro de Judá, Y el legislador de entre sus pies, Hasta que venga Shiloh; Y a él se congregarán los pueblos."
51Números capítulo 24: versículo 17: "Verélo, mas no ahora: Lo miraré, mas no de cerca: Saldrá ESTRELLA de Jacob, Y levantaráse cetro de Israel"…
Aunque existen varias profecías en la ley, que se le atribuyen al Cristo, solo he querido exponer algunas de las que parecen ser más claras.
Otras profecías mesiánicas: Los profetas posteriores a la ley también nos hablaron del Mesías. Tanto Jeremías como otros de los profetas se refieren a Él como un "renuevo", un "pimpollo", "vástago" o "retoño". Véase 51Jeremías, capítulo 23: versículos 5 y 6 y capítulo 33: versículo 15; 51Zacarías capítulo 3: versículo 8; capítulo 6: versículo 12; 51Isaías capítulo 11: versículos 1 y 2. Sin lugar a dudas, el Señor Jesús confirma el cumplimiento de estas profecías según 51Apocalipsis capítulo 22: versículo 16, cuando dice: "Yo soy la raíz y el linaje de David". Otras profecías se cumplieron también en Él, según lo confirman los siguientes pasajes de las Escrituras:
51Isaías capítulo 7: versículo 14: "Por tanto el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y parirá un hijo, y llamará su nombre Emmanuel."
51Lucas capítulo 1: versículos 30 y 31: "Entonces el ángel dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios. 31Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre Jesús."
Al comparar estos dos pasajes, obtendremos perfecta evidencia del cumplimiento de esta profecía en la persona de Jesús. El término Emmanuel significa: con nosotros Dios, mientras que el término hebreo Yeshúa del cual se deriva Jesús, significa: Salvador. Ambos significados cumplen el mismo objetivo: Dios, representado en la persona de Jesucristo el Hijo, estuvo entre los hombres para salvarlos.
Consideremos ahora la profecía de Miqueas:
51Miqueas capítulo 5: versículo 2: "Mas tú, Beth-lehem Ephrata, pequeña para ser en los millares de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días del siglo."
Mateo nos confirma el cumplimento de esta profecía a través de su narración acerca del nacimiento de Cristo. En sus detalles de los acontecimientos dice que, como fue nacido Jesús en Bethlehem de Judea en días del rey Herodes, he aquí unos magos vinieron del oriente a Jerusalem, diciendo: ¿Dónde está el Rey de los judíos, que ha nacido? porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Y oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalem con él. Y convocados todos los príncipes de los sacerdotes, y los escribas del pueblo, les preguntó dónde había de nacer el Cristo. Y ellos le dijeron: En Bethlehem de Judea; porque así está escrito por el profeta: Y tú Bethlehem, de tierra de Judá, no eres muy pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel. 51(Mateo capítulo 2: versículos 1 al 6).
Al comparar estas dos citas bíblicas, una tomada directamente del Antiguo Testamento y la otra citada por Mateo en su propio libro, podemos darnos cuenta de que aunque el contenido trata del mismo asunto, las palabras sin embargo, son diferentes; debido a que los escritores del Nuevo Testamento cuando citaban algún pasaje del Antiguo, no lo tomaban directamente del texto original hebreo, sino de la Septuaginta, versión griega del Antiguo Testamento que usaban los seguidores de de Cristo, por ser el idioma que predominaba en la literatura de su época.
Consideremos también las predicciones del profeta Zacarías:
51Zacarías capítulo 9: versículo 9: "Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalem: he aquí, tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna."
Si confrontamos el pasaje anterior con la narración del apóstol Juan, podremos obtener evidencias palpables del cumplimiento de esta profecía, en la vida y persona de Jesús. El Apóstol nos dice que, mucha gente que había venido a la fiesta, como oyeron que Jesús venía a Jerusalem, tomaron ramos de palmas, y salieron a recibirle, y clamaban ¡Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Señor, el Rey de Israel! Y halló Jesús un asnillo, y se sentó sobre él, como está escrito: No temas, hija de Sión he aquí tu Rey viene, sentado sobre un pollino de asna. Estas cosas, según el escritor, no las entendieron sus discípulos de primero empero cuando Jesús fue glorificado, entonces se acordaron de que todo esto estaba escrito acerca de él, y que le hicieron estas cosas. 51(Juan capítulo 12: versículos 12 al 16).
Consideremos además, el siguiente pasaje bíblico:
51Isaías capítulo 53: versículos 4 y 5: "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 5Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados: el castigo de nuestra paz sobre él; y por su llaga fuimos nosotros curados."
Compárese este pasaje leído con el que aparece a continuación:
51Mateo capítulo 8: versículos 14 al 17: "Y vino Jesús a casa de Pedro, y vió a su suegra echada en cama, y con fiebre. 15Y tocó su mano, y la fiebre la dejó: y ella se levantó, y les servía. 16Y como fue ya tarde, trajeron a él muchos endemoniados; y echó los demonios con la palabra, y sanó a todos los enfermos; 17Para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta Isaías, que dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias."
Además de ello, el profeta Isaías, haciendo nuevamente alusión al Mesías Sufriente, dijo: Por tanto yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los perversos, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores. 51(Isaías capítulo 53: versículo 12).
Examinemos también el cumplimiento de las predicciones anteriores con la declaración del evangelista San Marcos:
51Marcos capítulo 15: versículos 27 y 28: "Y crucificaron con él dos ladrones: uno a su derecha, y el otro a su izquierda. 28Y se cumplió la Escritura, que dice: Y con los inicuos fue contado."
Observemos el cumplimiento del siguiente pasaje profético en la vida y actividades de Jesucristo, durante su período ministerial:
51Isaías capítulo 61: versículos 1 y 2: "EL espíritu del Señor Jehová es sobre mí, porque me ungió Jehová; hame enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos abertura de la cárcel; 2A promulgar año de la buena voluntad de Jehová, y día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados."
Con relación al pasaje anterior, Lucas también nos dice que Jesús vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró, conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a leer. Y fuéle dado el libro del profeta Isaías; y como abrió el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados: para predicar el año agradable del Señor. Y rollando el libro, lo dio al ministro, y sentóse: y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestros oídos. 51(Lucas capítulo 4: versículos 16 al 21).
Mateo confirma lo dicho por Lucas en la cita anterior, según lo declara el pasaje siguiente:
51Mateo capítulo 12: versículos 17 y 18: "Para que se cumpliese lo que estaba dicho por el profeta Isaías, que dijo: 18He aquí mi siervo, al cual he escogido; Mi amado, en el cual se agrada mi alma: Pondré mi Espíritu sobre él, Y a los gentiles anunciará juicio."
Con relación a las diferentes profecías mesiánicas, contenidas en el libro de Isaías, es evidente que todas ellas se cumplieron en la vida y obras de Jesucristo, con grandes demostraciones de su procedencia divina, según lo declara el pasaje de referencia.
Veamos los siguientes pasajes proféticos referentes al Cristo, contenidos en el libro de los Salmos:
51Salmos 41: versículo 9: "Aun el hombre de mi paz, en quien yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar."
Verifique este pasaje leído con el siguiente:
51Juan capítulo 13: versículos 18 y 19: "No hablo de todos vosotros: yo sé los que he elegido: mas para que se cumpla la Escritura: El que come pan conmigo, levantó contra mí su calcañar; 19Desde ahora os lo digo antes que se haga, para que cuando se hiciere, creáis que yo soy."
Las palabras contenidas en este pasaje fueron expresadas por nuestro Señor Jesús refiriéndose a Judas, el que lo entregó.
Veamos ahora el pasaje siguiente y asociémoslo con la cita que exponemos a continuación:
51Salmos 22: versículo 18: "Partieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes."
El relato descrito por 51Mateo según el capítulo 27: versículo 35 de su libro, nos dice que, después de haberlo crucificado, se repartieron sus vestidos, echando suertes: para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta: Se repartieron mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes.
Compárense también los siguientes pasajes bíblicos:
51Salmos 69: versículo 21: "Pusiéronme además hiel por comida, Y en mi sed me dieron a beber vinagre."
51Mateo capítulo 27: versículos 33 y 34: "Y como llegaron al lugar que se llama Gólgotha, que es dicho, El lugar de la calavera, 34Le dieron a beber vinagre mezclado con hiel; y gustando, no quiso beberlo."
Confrontemos estas dos citas, relacionadas también con las profecías salmódicas acerca del Mesías:
51Salmos 16: versículo 10: "Porque no dejarás mi alma en el sepulcro; Ni permitirás que tu santo vea corrupción."
Según la interpretación del apóstol Pablo, acerca de esta profecía referente al Cristo, dice que, habiéndose cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro. Mas Dios le levantó de los muertos. Y él fue visto por muchos días de los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalem, los cuales son sus testigos al pueblo y afirma que, por eso dice también en otro lugar de las Escrituras: No permitirás que tu Santo vea corrupción. Porque a la verdad David, habiendo servido en su edad a la voluntad de Dios, durmió, y fue juntado con sus padres, y vio corrupción. Mas aquel que Dios levantó, no vio corrupción. 51(Hechos capítulo 13: versículos 29 al 31 y 35 al 37).
Este salmo de contenido profético fue escrito por David, rey de Israel. El apóstol Pablo declara que el salmista se refiere al Cristo en quien se cumplieron estas profecías.
Comparemos ahora las dos últimas citas bíblicas comprendidas en este tema relacionado con las profecías mesiánicas:
51Zacarías capítulo 12: versículo 10: "Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalem, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán llanto sobre él, como llanto sobre unigénito, afligiéndose sobre él como quien se aflige sobre primogénito."
El apóstol Juan hace referencia al cumplimiento de esta profecía según 51Juan capítulo 19: versículos 32 al 37 y declara que, vinieron los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. Mas cuando vinieron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas: empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua. Y afirma que el que lo vio, da testimonio, y su testimonio es verdadero: y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis. Porque estas cosas, dice que fueron hechas para que se cumpliese la Escritura: Hueso no quebrantaréis de él. Y concluye su relato diciendo: Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron. Ver además, 51Salmos 22.
De esta manera, hemos podido comprobar a través de nuestro estudio, cómo las profecías mesiánicas referidas cientos de años antes de nuestra era, se cumplieron en la persona de Jesús. De igual modo se han cumplido, se están cumpliendo y habrán de cumplirse todas las demás profecías bíblicas, muchas de las cuales fueron pronunciadas por el Señor Jesús y otras por los santos profetas, en relación con el fin y destrucción de este mundo. Entre estas aparece como el suceso culminante, el segundo advenimiento de Jesucristo, confirmado por los ángeles en el acto de la ascensión. Veamos lo que nos dice el pasaje siguiente:
51Hechos capítulo 1: versículos 9 al 11: "Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado; y una nube le recibió y le quitó de sus ojos. 10Y estando con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos; 11Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo."
Además de estos detalles, debemos tener en cuenta algunos aspectos fundamentales que según las Sagradas Escrituras habrían de identificar a la persona del Mesías:
1. Debía ser de la simiente de Abraham, según la profecía analizada en 51Génesis capítulo 22: versículos 15 al 18. Confirmada por el apóstol Pablo, según 51Gálatas capítulo 3: versículo 16.
2. Debía ser de la tribu de Judá, según la profecía analizada en 51Génesis capítulo 49: versículo 10.
3. Debía ser descendiente de Isaí según la profecía de 51Isaías capítulo 11: versículos 1 al 5. Y debido a su misión como el Mesías reinante debía ser del linaje de David tal como lo confirma el mismo Cristo, según 51Apocalipsis capítulo 22: versículo 16.
4. Los estudiosos de las profecías de Daniel han interpretado según 51Daniel capítulo 9: versículo 26, que al Mesías le quitarían la vida antes que se llevara a efecto la destrucción del segundo templo en el cual sabemos que Él entró y enseñó en diversas ocasiones y además de ello, profetizó su destrucción, cumplida en el año 70 d. C.