DECRETO CONCILIAR
Para celulares o tablet android, solo deslice la Página. Para iphone use este enlace: Audiolibro/YouTube.
Identifique al autor y su pasión por las almas, expresada en esta alabanza!
Decreto conciliar.
SU ATENCIÓN, POR FAVOR
Después de haber escuchado el audio, le sugiero ver el contenido escrito para una información complementaria.
Para acceder a los enlaces bíblicos sugeridos, solo toque el link: este lo lleva al libro y capítulo, y usted busca por sí mismo el versículo indicado.
Concilio de Jerusalem del año 50 después de Cristo: Un decreto apostólico abre las puertas a la libre entrada de los gentiles convertidos por la fe en Jesucristo, sin la circuncisión ni la observancia de la ley de Moisés.
Algunas pinceladas del cumplimiento profético, según el contexto histórico, revelan que ya se había cumplido el tiempo de las profecías de Jeremías acerca del Nuevo Pacto, según Jeremías capítulo 31: versículo 31 y 32.
Se habían cumplido también las profecías mesiánicas acerca del Cristo el Redentor Divino:
Isaías capítulo 7: versículo 14; Miqueas capítulo 5: versículo 2; Zacarías capítulo 9: versículo 9. Lucas capítulo 2: versículos 8 al 11.
Pero no solo se habían cumplido las profecías acerca de su nacimiento, sino también las de su martirio y muerte: Isaías capítulo 53: versículos 4 y 5.
Según lo declara Jacobo el hermano del Señor, en pleno desarrollo del Concilio, este era el tiempo del cumplimiento de la profecía que dice: Después de esto volveré y restauraré la habitación de David, que estaba caída; y repararé sus ruinas, y la volveré a levantar; para que el resto de los hombres busque al Señor, y todos los Gentiles, sobre los cuales es llamado mi nombre, Dice el Señor, que hace todas estas cosas. (Hechos capítulo 15: versículos 16 y 17.
Para ese tiempo, el judaísmo aceptaba a los gentiles en las sinagogas, sin la circuncisión y sin la observancia de la ley de Moisés. Porque Dios les confió a los judíos las Sagradas Escrituras y su interpretación, y los sabios entre ellos habían concebido lo mismo que mantienen los más radicales hasta el día de hoy, que la observancia de la ley que les fue dada por Dios mediante el pacto del Sinaí, era solo para el pueblo hebreo. Que a los gentiles como descendientes de Noé, solo se les exigía observar los preceptos que Dios le dio al Patriarca y a sus hijos, para ellos y para todos sus descendientes, para quienes está reservado un lugar en el mundo venidero o en la vida eterna, si observan fielmente tales preceptos, según se registra en los escritos judíos desde antes del siglo primero de nuestra era. Así lo concebía también el judaísmo rabínico de ese tiempo. Y por lógica se asume, que Jesucristo mismo como Rabino por excelencia y como nuestro Redentor, estaba plenamente consciente de ello y de que, su sacrificio expiatorio constituiría el sello para su salvación, así como para los observadores de las demás enseñanzas de la Torah. Por eso se expresó diciendo: También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Juan capítulo 10: versículo 16. Por lo cual, habiendo consumado su obra expiatoria, para darle cumplimiento a la profecía citada por Jacobo en los versículos 15 al 17 del relato, antes de ascender al cielo ordenó a sus discípulos ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura. Y habiéndose sentado a la diestra de Dios, procedió a ejecutar el designio eterno del Padre referente a los gentiles como descendientes de Noé. Por eso, intervino a través del Espíritu Santo para enviar a Felipe a enseñar al eunuco etíope, a quien después de haberlo adoctrinado lo bautizó en agua aceptándolo como un integrante de la congregación de los creyentes en el Mesías. Por eso también, visitó a Cornelio el centurión romano con la revelación conocida, y le mostró a Pedro, la visión del lienzo para indicarle analógicamente, que todos los seres humanos tienen derecho a la salvación, con solo acogerse a las observancias que ya habían sido decretadas para ellos desde Adam y confirmadas a Noé. Tal como se asume que lo había hecho Cornelio (el hombre temeroso de Dios), por eso el Espíritu le dijo a Pedro que no temiera ir con los emisarios de Cornelio, porque Él los había enviado. Y para confirmar todo lo dicho, derramó la promesa del Espíritu santo sobre todos los que oían el sermón. Evidentemente, con este acontecimiento el Señor abrió una puerta para los gentiles, que nadie jamás ha podido, ni podrá cerrar, porque cuando Él abre, no hay poder humano, político ni religioso, edictos imperiales ni concilios, que puedan cerrar. Por lo cual, Pedro, plenamente consciente de la misión que le había sido encomendada, no dudó en bautizarlos y aceptarlos en la congregación de los seguidores del Mesías como lo había hecho Felipe con el eunuco. Por eso también, interfirió en el camino a Damasco para escoger a Saulo de Tarso, reconocido Rabino judío, celoso de la Ley para enviarlo a llevar el evangelio a los gentiles entre otros, según Hechos capítulo 9: versículo 15.
El autor del libro A los Hebreos, con un profundo conocimiento teológico basado en las Escrituras del Antiguo Testamento, nos ofrece detalles que nos ayudan a obtener una clara apreciación referente a esta nueva dispensación, llamada Nuevo Pacto o "Pacto renovado." Hace alusión al concepto de un cambio necesario en la Ley, Hebreos capítulo 7: versículo 12. Se refiere a un nuevo sacerdocio según el orden de Melchîsedech, en lugar del asignado a la tribu de Leví. Hebreos capítulo 6: versículos 18 al 20 y capítulo 7: versículos 11 al 28. Alude además, al sacrificio de Cristo, en sustitución de los sacrificios de animales por el pecado, y a los mandamientos escritos en el corazón del hombre, en lugar de tablas de piedra. Hebreos capítulo 10: versículos 4 al 16.
Jesucristo mismo confirma estas declaraciones del libro A los Hebreos, al manifestar anticipadamente: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida: nadie viene al Padre, sino por mí. (Juan capítulo 14: versículo 6). Y muy a pesar de que, los dirigentes del judaísmo no habían logrado entender estas verdades, todo ello se cumplió a cabalidad en el año 70 de nuestra era con la destrucción del templo por parte de los romanos, y hasta los días actuales no se ha podido ofrecer más sacrificios de animales por el pecado, ni ha habido lugar para más funciones sacerdotales.
Para esta época ya la Iglesia o congregación de seguidores del Mesías, tenía alrededor de 15 años entre evangelismo y persecuciones.
Saulo de Tarso, con pleno conocimiento de todas las leyes y de las concepciones del judaísmo, bautizaba a los gentiles convertidos por la fe en Jesucristo, sin la circuncisión, y sin la imposición de la ley de Moisés. Pero debido a la intromisión de algunos fariseos radicales de Judea, que se habían convertido, y se oponían a la acción tomada por Pablo, se decidió consultar a los demás apóstoles acerca del asunto, lo que dio lugar al Concilio de referencia, donde se emitió un decreto amparado bajo el mismo principio del concepto de los sabios judíos, aunque con algunas variantes basadas en las indicaciones del Espíritu Santo.
Cuando Pablo se reunió con los apóstoles en Jerusalem para tratar el asunto, según lo declara el contexto en el versículo 5, algunos de la secta de los Fariseos, que habían creído, se levantaron diciendo: Que es menester circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.
No obstante, después de una gran discusión y de las razones dadas por el apóstol Pedro en relación con el acontecimiento ocurrido en casa de Cornelio y los suyos, se llegó a una conclusión unánime; por lo que, Jacobo el hermano del Señor, declaró públicamente en el Concilio, según los versículos 19 al 21: Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se convierten a Dios, no han de ser inquietados; sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, y de fornicación, y de ahogado, y de sangre. Porque Moisés desde los tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien le predique en las sinagogas, donde es leído cada sábado. Quiere decir, que ellos estaban en plena libertad de escuchar las enseñanzas de la ley, y acogerse a ellas si querían hacerlo, porque en la diáspora ellos frecuentaban las sinagogas los sábados, donde habían sido captados por las enseñanzas de Pablo.
Pero el versículo 28 de relato con relación a las abstinencias indicadas para los gentiles, le pone el sello al decreto, al declarar que, tal determinación había parecido bien al Espíritu Santo y a ellos.
Esta es una enseñanza de gran relevancia doctrinal, por el aporte que nos proporciona del contexto histórico y cultural de la época. Cuyos efectos neutralizan la mayor rivalidad entre creyentes cristianos.
No obstante, lo cierto es que algunos creyentes se mantienen sumidos en la idea de que, el decreto referido se emitió solo como un inicio para los gentiles recién convertidos, no como un concepto al que se pudieran acoger con carácter definitivo.
ANÁLISIS Y REFLEXIÓN
Para poder lograr un análisis razonable al respecto, lo primero que necesitamos tomar en cuenta es que, después de tan grande debate y de todos los detalles que recoge el capítulo 15 del libro de los Hechos, los apóstoles jamás hubieran decretado una resolución de carácter temporal a la que los gentiles no se podrían acoger en forma definitiva para poder ser salvos. En todo caso, la emisión del decreto hubiera resultado inoperante y totalmente carente de sentido para estos creyentes, porque los judíos de las sinagogas en la diáspora donde ellos frecuentaban los sábados, les garantizaban el derecho a la salvación, solo con la observancia de los preceptos de Noé, que ni siquiera incluían la circuncisión.
Otra prueba contundente consiste en la intervención divina anticipada a la emisión de dicho decreto, en la conversión del eunuco etíope y de Cornelio y los suyos, al extremo de derramar el Espíritu Santo sobre ellos como el sello de su aprobación. Tenga por cierto que, Jesucristo nuestro Salvador, así como el Espíritu Santo, como integrantes de la Deidad, habían sido designados por el Padre, para ejecutar su propósito eterno acerca de la aceptación de los gentiles como descendientes de Noé, solo con la observancia de las leyes que le fueron dadas al Patriarca, tal como lo habían concebido los sabios judíos. De no haber sido así, ellos jamás hubieran intervenido en su conversión ni los hubieran aceptados ni siquiera sin la circuncisión.
Deberá ser de mucha validez, tener en cuenta que, según el relato del libro de los Hechos, a partir de la emisión del decreto de referencia, Pablo partió para la Iglesia de Antioquía acompañado de Bernabé y otros hermanos, donde se le dio lectura por primera vez a la carta apostólica y después de eso continuó su recorrido entregando el Decreto por todas las demás congregaciones, según Hechos capítulo 16: versículo 4. Y después de haber recorrido dos veces todas las regiones, llegó a Jerusalem por última vez al final de su recorrido, donde los apóstoles le confirmaron nuevamente la determinación tomada en el decreto para los Gentiles, alrededor de 7 años o más después de su prescripción. (Hechos capítulo 21: versículos 17 al 25). Pero además de ello, vale tomar en consideración lo que declara Jacobo en la carta apostólica enviada a lo gentiles, según Hechos capítulo 15: versículo 24, donde dice: Por cuanto hemos oído que algunos que han salido de nosotros, os han inquietado con palabras, trastornando vuestras almas, mandando circuncidaros y guardar la ley, á los cuales no mandamos… Por lo cual también, el Apóstol Pablo les dice a los gálatas, según Gálatas capítulo 5: versículo 3: "Y otra vez vuelvo a protestar a todo hombre que se circuncidare, que está obligado a hacer toda la ley." Esto indica claramente, que ellos, por cuanto no estaban circuncidados, no tenían que guardar toda la ley, lo que confirma que se mantenían acogidos a la concesión determinada en el decreto apostólico. ¿Será que con todas las evidencias que nos ofrecen estos datos, y con la firmeza que los apóstoles le confirmaron este detalle a Pablo, en esta última ocasión, se pueda considerar aún, el decreto de referencia como una disposición de carácter temporal?
Algunos se preguntan: ¿Entonces, no estaban ellos en el deber de cumplir con otros mandamientos relacionados con la conducta social, como el homicidio, el hurto, el falso testimonio y otros? Claro que sí, porque, aunque estos preceptos no fueron mencionados en el decreto de referencia, sin embargo, están incluidos en las siete leyes de Noé, que abarcan varias derivaciones. Por lo cual, los apóstoles de la Iglesia se encargaron de instruirlos acerca de ellos, a través de sus epístolas.
Aunque es evidente que los Rabinos exigían la observancia absoluta de la ley para poderlos bautizar, los apóstoles, sin embargo, les aplicaban el bautismo como una determinación de Dios, dirigida por su Espíritu Santo, sin ponerles obstáculos ni restricciones y dejándolos en plena libertad de escuchar las enseñanzas de la ley de Moisés cada sábado en las sinagogas, para los que quisieran acogerse a ella libremente. Además de las enseñanzas y el ejemplo que ellos mismos les daban como celosos observadores de la Ley. Por lo cual, según lo que declara el relato histórico, al parecer muchos de ellos, de no haber sido todos, se acogieron aun a la observancia del sábado, la ley de salubridad alimenticia y otras, dadas en el pacto sinaítico, incluyendo la observancia de las festividades judeo-cristianas, aunque no fuera una demanda intimada para los gentiles en el decreto de referencia, sino, por amor y complacencia a nuestro divino Creador. Por cuanto, ellos entendieron que, si Dios demandó tales prácticas de los hebreos como su pueblo escogido, es porque su observancia es parte de su satisfacción y complacencia divina. No obstante, según los detalles de la historia, aportados por el doctor Mario Javier Sabán, historiador e investigador judío, a partir de la primera mitad del siglo segundo, la situación de las iglesia dela parte occidental del Imperio comenzó a verse afectada bajo el liderazgo de San Aniceto, como obispo de Roma (155 al 166 d. C.), por cuanto, se estableció un cambio de fecha para la celebración de la Pascua para que no coincidiera con la misma de los Judíos, además, cambiaron sus servicios de adoración para el domingo, y tuvieron la tendencia de hacer dejación de la observancia del sábado. Después de él, Eleuterio Primero (175 al 189 d. C.), le dio un sentido simbólico a la ley de salubridad alimenticia. Aunque las iglesias de la parte oriental, no aceptaron ninguna de estas disposiciones. Pero finalmente, Víctor Primero 189 al 199 d C., optó por excomulgar a los cristianos de todo el Imperio, que siguieran celebrando la Pascua en la misma fecha que los judíos. Así, consecuentemente, la Iglesia gentil llegó a apartarse de aquellas observancias que habían guardado los primeros gentiles convertidos, aunque no fuera una exigencia descrita para ellos en el decreto referido. No obstante, es bien sabido que siempre se ha mantenido un pequeño remanente hasta los días actuales, que nos hemos acogido a estas observancias, como dijera anteriormente, por amor y complacencia a nuestro Divino Creador. Por lo cual, mi más encarecida sugerencia para el lector, consiste en un llamado a la reflexión acerca de este relevante concepto y a ponerlo en práctica mediante la observancia de estos mandamientos divinos.
Sugiero escuchar el video con los detalles históricos, hasta la conclusión del Siglo Segundo con los detalles acerca de Víctor Primero. Aclaro que, el historiador es un judío no cristiano, que conoce muy bien la teología judía, pero evidentemente no entiende mucho de la teología cristiana. Sin embargo, como investigador, tiene un vasto conocimiento del contexto histórico y cultural del cristianismo de los primeros siglos, lo cual es un aporte fundamental para el mejor entendimiento del tema en cuestión.
Para su propio convencimiento acerca de este tema, obtenga detalles reveladores expuestos por el autor, con relación al fundamento doctrinal de su Iglesia en sus inicios. Para ello solo toque este enlace.
Para ver detalles acerca de las siete leyes noájidas en Wikipedia, la enciclopedia libre, solo toque este enlace. Si desea verlas en un mejor formato, toque este enlace.
Este tema es solo un complemento básico en el que se fundamenta el carácter de las demás enseñanzas contenidas en nuestro Manual de Estudios Bíblicos.
Acceda a su Audiolibro/YouTube Manual de Estudios Bíblicos, completamente gratis.