JUSTICIA
JUSTICIA
La justicia es un principio muy extenso. Esta incluye no solo el castigo para el que hace lo malo y la libertad para el inocente, sino también el hecho de obrar rectamente en todos los órdenes de la vida. Se dice que la misma consiste en un sentimiento de rectitud y equidad que gobierna la conducta del individuo, haciéndolo acatar debidamente todos los derechos de los demás, y darle a cada quien lo que justamente le corresponde.
Al aplicar este concepto al campo de la teología, la justicia se reconoce como uno de los atributos morales de Dios, que consiste en la rectitud inflexible de su gobierno divino. Lo que quiere decir, que Él siempre hará lo recto, que obrará de acuerdo con los principios de justicia.
Con referencia a este atributo divino, veamos lo que nos dicen los siguientes pasajes de la Santa Biblia:
51Salmos 11: versículo 7: "Porque el justo Jehová [el Señor] ama la justicia: Al recto mirará su rostro."
51Salmos 145: versículo 17: "Justo es Jehová [el Señor] en todos sus caminos, Y misericordioso en todas sus obras."
51Deuteronomio capítulo 10: versículos 17 y 18: "Porque Jehová [el Señor] vuestro Dios es Dios de dioses, y Señor de señores, Dios grande, poderoso, y terrible, que no acepta persona, ni toma cohecho; 18Que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido."
Por eso dijo el profeta Isaías: Y ajustaré el juicio a cordel, y a nivel la justicia; y granizo barrerá la acogida de la mentira, y aguas arrollarán el escondrijo. 51(Isaías capítulo 28: versículo 17).
La justicia puede encontrarse también en el ser humano de manera intuitiva, ya que este fue creado a semejanza de Dios.
Dios es justo no solo en sí mismo, sino que exige que el ser humano, a quien hizo a su propia imagen, practique la justicia, así como Él. Como ejemplo de ello consideremos, los siguientes pasajes de las Escrituras:
51Levítico capítulo 19: versículo 15: "No harás agravio en el juicio: no tendrás respeto al pobre, ni honrarás la cara del grande: con justicia juzgarás a tu prójimo."
Nuestro Señor Yeshúa dijo también: Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. 51(Mateo capítulo 5: versículo 20).
Es una realidad indiscutible que una gran parte de las personas cuyos corazones no han sido renovados, se muestran indiferentes a la práctica de la justicia aun cuando esta sea una exigencia de la conciencia, indicada por la luz de la razón. Mientras que muchas de ellas exigen justicia únicamente cuando esta pueda favorecer sus intereses. Sin embargo, es una realidad irrefutable también, que existe esa otra parte de la humanidad que sí sienten en sus corazones el deseo de poner en práctica la justicia, pero debido a que el ser humano carece de un conocimiento perfecto de la mayoría de los actos no presenciados, en muchos casos y circunstancias aun queriendo obrar justamente, suele cometer injusticias de manera no intencional. Esto lo podremos comprobar si lo aplicamos a la experiencia que muchas veces hemos tenido al respecto.
No obstante, Dios demanda del ser humano, que en todo lo que esté al alcance de su comprensión haga uso práctico y constante de la justicia.
En cuanto a Dios se refiere, es fácil comprender que siendo Él justo le será posible poner en práctica este atributo suyo con plena libertad, por cuanto su conocimiento de todas las cosas es perfecto. De manera que aun lo secreto de todos los humanos está descubierto ante sus ojos. Pues Él conoce cada uno de sus pensamientos y sentimientos.
44Por lo cual, para el malvado, perverso y pecador impenitente no habrá escapatoria. Aunque en el presente muchas veces no se vea obrar la justicia de Dios, sabemos que a su debido tiempo esta se manifestará, porque así lo declara su Santa Palabra en 51Romanos capítulo 1: versículos 18, y 32: Porque manifiesta es la ira de Dios del cielo contra toda impiedad é injusticia de los hombres, que detienen la verdad con injusticia, que habiendo entendido el juicio de Dios que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, mas aun consienten en ellas. También en 51Romanos capítulo 2: versículos 5 y 6: dice: Mas por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y la manifestación del justo juicio de Dios; el cual pagará a cada uno conforme a sus obras.
En estas declaraciones de las Escrituras se hace referencia a un día de juicio donde cada uno recibirá el pago según fueren sus obras. Ello constituye también una prueba evidente de la justicia divina, de la cual nadie podrá escapar.
Tal como lo comenta 45nuestro teólogo, la promulgación de los santos mandamientos como el patrón de justicia de mayor relevancia para la conducta del ser humano, coronada por la redención del hombre mediante Jesucristo [nuestro Mesías], hace relucir de manera brillante y eterna la justicia de Dios.