LECCIÓN NÚMERO 38

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LECCIÓN NÚMERO 38 QUINTO MANDAMIENTO


Antes de entrar en consideración del tema de referencia, quiero recordar que al iniciar este comentario acerca de los Mandamientos de Dios, expuse que estos resumen los dos grandes deberes del individuo: amar a Dios y amar al prójimo, según leímos en 51Mateo capítulo 22: versículos 35 al 40. Por lo cual he hecho una exposición de los primeros cuatro mandamientos, los cuales se refieren al amor para con Dios. La fiel observancia de ellos será nuestra mayor demostración de cuánto lo amamos. Para continuar con la exposición de los seis restantes relacionados con el amor al prójimo, veamos lo que nos dice el pasaje siguiente:


51Romanos capítulo 13: versículos 8 al 10: "No debáis a nadie nada, sino amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley. 9Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 10La caridad no hace mal al prójimo: así que, el cumplimiento de la ley es la caridad."


Además de todos los mandamientos referidos en este pasaje bíblico, evidentemente el de honrar a los padres está de igual manera relacionado con el amor al prójimo, el cual es justamente el quinto mandamiento.


Consideremos ahora lo que dice este precepto divino:


"Honra a tu padre y a tu madre, porque tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da." 51(Éxodo capítulo 20: versículo 12).


21Honrar: Respetar a alguien, enaltecer o premiar su mérito, dar honor o celebridad.


54Solo un ligero análisis sería suficiente para entender que después de Dios en su santísima Divinidad, no existe otro ser en el universo que merezca mayor honra y reconocimiento que nuestros padres. Después de Dios, son ellos la causa de nuestra existencia. A ellos debemos todo el amor, el cariño y el cuidado que aportaron a nuestro favor aún antes de nuestro nacimiento.

¡Cuánto trabajo, sacrificios y preocupaciones suelen sufrir los padres por proveer a sus hijos de alimentos, vestido, calzado y de todo lo necesario para la subsistencia! ¡Cuánto desvelo y angustia cuando algún hijo se enferma o sufre cualquiera otra adversidad! Conocemos de muchos padres que han enloquecido por la pérdida de un hijo. Varios testimonios pudiera relatar acerca de lo que han sido capaces muchos padres por el amor a sus hijos. A ellos debemos agradecer la educación que hemos recibido y lo que somos hoy. Entonces, ¿a quién sino a nuestros padres, después de nuestro Creador, debemos los seres humanos mayor respeto, veneración y alabanza de sus méritos?


El amor, el respeto y la obediencia, son tres características que debe poseer todo hijo que quiera honrar a sus padres. La falta de respeto y la desobediencia ha sido, en la mayoría de los casos, la causa de la desafortunada suerte que han corrido muchos hijos. Para unos ha sido la cárcel por largos y duros años, a otros se les ha tronchado la vida en plena juventud y algunos han corrido la suerte de ser unos miserables en medio de la sociedad en que viven. Es por ello, que el sabio y santo mandamiento nos impele a honrar a nuestros padres, para que nos vaya bien en la vida. Pues, ¿quién mejor que ellos, que tanto nos aman, podrá darnos buenos consejos y guiarnos por el camino correcto? He aquí la razón justa y benigna de este mandamiento del Dios de amor.


Tal como lo expone nuestro 32eminente escritor, el hogar y la unidad de la familia son las bases primarias de toda sociedad decente. Y las relaciones de los hijos con los padres es un tipo exacto de las relaciones espirituales entre los verdaderos creyentes y Dios.


La obediencia al quinto mandamiento redunda en edificación de buenos hábitos y excelencia de carácter que tienden a prolongar la vida. Y en su final significado, aquellos que aprendan a respetar y a obedecer a sus padres, vivirán más días sobre la tierra.


Consideremos ahora lo que nos dicen otras citas bíblicas relacionadas con este mandamiento:


51Colosenses capítulo 3: versículo 20: "Hijos, obedeced a vuestros padres en todo; porque esto agrada al Señor."


51Efesios capítulo 6: versículos 1 al 3: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo. 2Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, 3Para que te vaya bien, y que seas de larga vida sobre la tierra."


51Proverbios capítulo 1: versículos 8 al 10 dice: "Oye, hijo mío, la doctrina de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello. Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas."


51Proverbios capítulo 23: versículo 22: "Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies".

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