EL LIBRO ESCRITO POR INSPIRACIÓN DIVINA

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LA BIBLIA, EL LIBRO ESCRITO POR INSPIRACIÓN DIVINA

Bosquejo: 1. En la consideración de este tema podremos comprobar, a través de diferentes pasajes, que la Santa Biblia fue escrita por inspiración divina.

2. Trataremos, además, acerca del significado de tan exclusiva inspiración y de sus funciones, citando algunos personajes que fueron influenciados por ella.

3. Comprobaremos también, a través de diferentes pasajes, que los escritos de la Santa Biblia están exentos del error, gracias a los efectos de la inspiración divina.

1) Con excepción de la Santa Biblia, toda obra literaria procede de la inspiración humana. Algunos escritores se han inspirado en los fenómenos de la naturaleza, otros, indistintamente, en la ética, la filosofía, el amor, temas históricos y científicos, etc. Muchos de esos escritos han dado un aporte de gran valor a la humanidad. Sin embargo, la Santa Biblia, el libro de sin igual valor, no fue escrito por inspiración humana, sino por los efectos de la influencia divina. Sus escritos nos dan testimonio evidente de ello. Consideremos al respecto los pasajes siguientes:

51Segunda de Pedro capítulo 1: versículo 21: Porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo."

51Segunda de Timoteo capítulo 3: versículos 16 y 17: "Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, 17Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra."

51Gálatas capítulo 1: versículos 11 y 12: "Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio que ha sido anunciado por mí, no es según hombre; 12Pues ni yo lo recibí, ni lo aprendí de hombre, sino por revelación de Jesucristo [Yeshúa el Mesías]."

2) ¿Qué significa la expresión “inspiración divina”? Se define como la influencia ejercida por el Espíritu Santo sobre ciertos escogidos suyos, para que escribieran lo que Él quería comunicarle a su pueblo elegido o a cualquier nación en particular.

Es de vital importancia aclarar que, en el pasaje citado según 51Segunda de Timoteo capítulo 3: versículos 16 y 17, la palabra inspiración, se traduce del término 1griego “theópneustos”,  que literalmente significa aliento de Dios, y es considerado teológicamente, como el hálito de vida que Dios puso en Adam. Esto funda el concepto de que, a través de la inspiración divina, Dios ha dado vida a las Sagradas Escrituras. Por lo cual dice en 51Hebreos capítulo 4: versículo 12, que la Palabra de Dios es viva y eficaz.

Con respecto a la influencia de la inspiración divina sobre los escritores de la Biblia, consideremos algunos ejemplos:

David: 51Segunda de Samuel capítulo 23: versículos 1 y 2: "Estas son las postreras palabras de David. Dijo David hijo de Isaí, Dijo aquel varón que fue levantado alto, El ungido del Dios de Jacob, El suave en cánticos de Israel: 2El espíritu de Jehová [del Señor] ha hablado por mí, Y su palabra ha sido en mi lengua."

Isaías: 51Isaías: Isaías capítulo 59: versículo 21: "Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová [el Señor]: El espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tu simiente, ni de la boca de la simiente de tu simiente, dijo Jehová [el Señor], desde ahora y para siempre."

51Hechos capítulo 28: versículos 25 y 26: "Y como fueron entre sí discordes, se fueron diciendo Pablo esta palabra: Bien ha hablado el Espíritu Santo por el Profeta Isaías a nuestros padres, 26Diciendo: Ve a este pueblo, y diles"...

Jeremías: 51Jeremías capítulo 1: versículos 9 y 10: "Y extendió Jehová [el Señor] su mano, y tocó sobre mi boca; y díjome Jehová [el Señor]: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. 10Mira que te he puesto en este día sobre gentes y sobre reinos, para arrancar y para destruir, y para arruinar y para derribar, y para edificar y para plantar."

En estas citas bíblicas se hace alusión a tres de aquellos grandes hombres que fueron instrumentos de Dios para escribir su Santa Palabra, conociendo que cada uno de ellos aportó el contenido de una considerable parte de las Sagradas Escrituras; y tal como lo confirman los textos leídos, 44ninguno de ellos actuó por su propia voluntad, sino en atención y obediencia a Dios. El Mesías confirma este sagrado concepto:

51Marcos capítulo 12: versículos 35 y 36: "Y respondiendo Jesús [Yeshúa] decía, enseñando en el templo: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo [el Mesías] es hijo de David? 36Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies".

3) Una de las funciones más importantes de la inspiración divina fue la de evitar que los escritores bíblicos cometieran algún error al transmitir las verdades reveladas por Dios. Esta los libraba de comunicar algo que no fuera cierto, o que Él no les hubiese revelado, principalmente en lo relacionado con las profecías, las cuales abarcan el mayor contenido de las revelaciones de Dios, incluyendo sus promesas divinas.

Evidentemente, esta función de la inspiración divina se le atribuye con toda autenticidad a los manuscritos originales, así como a las copias de estos y las traducciones; siempre que las mismas correspondan en su totalidad con la mayoría de los manuscritos más antiguos en existencia. Ya que se ha considerado, que tanto los copistas como los traductores, pueden cometer errores y equivocaciones que no protege la inspiración divina. Vea detalles de vital importancia al final del tema, acerca de “la inspiración divina conferida a las traducciones de la Biblia.”

Con respecto a que la inspiración divina libraba a los escritores bíblicos de exponer algo que no fuera cierto, consideremos los ejemplos siguientes:

51Miqueas capítulo 3: versículos 5 al 8: "Así ha dicho Jehová [el Señor] acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, que muerden con sus dientes, y claman, Paz, y al que no les diere que coman, aplazan contra él batalla: 6Por tanto, de la profecía se os hará noche, y oscuridad del adivinar; y sobre los profetas se pondrá el sol, y el día se entenebrecerá sobre ellos. 7Y serán avergonzados los profetas, y confundiránse los adivinos; y ellos todos cubrirán su labio, porque no hay respuesta de Dios; 8Yo empero estoy lleno de fuerza del espíritu de Jehová [del Señor],y de juicio, y de fortaleza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado."

51Primera de Tesalonicenses capítulo 2: versículos 3 y 4: "Porque nuestra exhortación no fue de error, ni de inmundicia, ni por engaño; 4Sino según fuimos aprobados de Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones."

La cita en el libro de Miqueas da a conocer que existen profetas falsos. La sentencia para ellos será oscuridad espiritual, vergüenza y confusión. Pues de tal manera se manifiesta la indignación de nuestro Dios contra la promulgación del error. Pero este profeta de Dios, estaba lleno del poder del Espíritu Santo, el cual lógicamente, ejercía en él aquella influencia divina que lo inspiraba para denunciar la rebelión y el pecado a través de la proclamación oral y de sus profecías, escritas en la Santa Biblia.

La cita en la Primera Epístola a los Tesalonicenses, pone de manifiesto que en la comunicación del evangelio (escrito en la Santa Biblia), no existe el error.

Tal como se puede apreciar, estas son solo pruebas intrínsecas a la Santa Biblia, o sea, son evidencias que incluye la Biblia misma, que confirman que sus escritos fueron llevados a cabo bajo la influencia de la inspiración divina.

Otras pruebas fundamentales de la inspiración divina en las Sagradas Escrituras, son sus profecías cumplidas, algunas de las cuales llegaron a comprender un período de tiempo hasta de ochocientos años y más, desde su predicción hasta su cumplimiento. Como prueba de ello véase el capítulo 6 de este tratado.

Existen también muchas pruebas extrínsecas a la Santa Biblia, las cuales nos aportan evidencias de las verdades reveladas en sus escritos. Dentro de ellas se ha tomado en consideración el hecho del gran poder regenerador que opera la Palabra de Dios en las personas, convirtiendo al perverso y al criminal en creyentes fieles y personas honestas, con un alto nivel de moralidad y buen comportamiento humano. Todo ello gracias a que la misma es viva y eficaz, por cuanto tiene su origen en el hálito de vida dado por Dios al hombre, lo cual se define como la Inspiración Divina en las Sagradas Escrituras.

Otro detalle que se ha tomado seriamente en consideración, está basado en la preservación de estos escritos sagrados. Pues ellos han sobrevivido al intento de erradicación total por parte de reyes y otras entidades poderosas, quienes quemaron en diferentes épocas todos los ejemplares de las Sagradas Escrituras que les fue posible. Mientras que el resultado de todos los trágicos intentos por destruirla, se ha trocado en la reproducción de millones de ejemplares en existencia por cada uno de los que han sido destruidos a través de la historia.

Además de ello, las profecías cumplidas, como dijera antes, denotan también consistentes pruebas extrínsecas de la inspiración divina en los Escritos de la Santa Biblia, por cuanto muchos de los acontecimientos predichos y cumplidos, se hallan registrados en la historia. Como evidencias de ello, tenemos el cumplimiento de las profecías de Isaías, Jeremías y otros profetas. Según 51Segunda de Reyes capítulo 20: versículos 16 al 18, y el libro de 51Jeremías capítulo 21; y capítulo 25: versículos 1 al 12, contenidos en los escritos de la Biblia. Estos profetas de Dios predijeron con perfecta claridad la toma y destrucción de Jerusalem, capital del reino de los hebreos, identificados como el pueblo de Israel. Estos vaticinios incluyen, además, la transmigración del pueblo judío a Babilonia, donde tendrían que permanecer por un período de setenta años, hasta que se cumpliese el tiempo previsto para la desolación de esa ciudad y la caída de su Imperio. Ahora bien, la historia ofrece evidencias también de que en el año 587 a. C., el Imperio babilónico lanzó una ofensiva contra Jerusalem. Le causó gran destrucción, le prendió fuego a la ciudad, y llevó cautivos a Babilonia a la mayoría de sus habitantes. Según la historia es evidente, además, que al tiempo señalado por los profetas, fueron liberados del cautiverio, muchos de ellos regresaron de nuevo a Jerusalem y reedificaron el templo y la ciudad.

Otra prueba extrínseca a la Santa Biblia que ofrece testimonios de las verdades reveladas en sus escritos sagrados, radica en el cumplimiento de las profecías de Daniel, joven hebreo del linaje real, que estuvo entre los cautivos que el rey Nabucodonosor llevó de Jerusalem a Babilonia, donde ejerció su ministerio profético.

Según el libro bíblico de 51Daniel capítulo 8: versículos 1 al 8, y 20 al 22, Dios le reveló a este la caída del Imperio medpersa, por la invasión del reino de Grecia, y la sucesión de los hechos, con exacto cumplimiento histórico. Vea los datos históricos en el apéndice al final del tema.

Una de las pruebas más contundentes de las verdades reveladas en las Sagradas Escrituras, producto de la inspiración divina en sus escritos, consiste en el relato de la resurrección de Yeshúa el Mesías, el cual establece también el cumplimiento de sus propias predicciones. Tanto la historia antigua como la del cristianismo, son receptoras de pruebas externas a la Santa Biblia, que ofrecen evidencias claras y detalladas acerca de las largas y horrendas persecuciones a las que fueron sometidos los creyentes en Yeshúa por el Imperio romano, a partir del año sesenta y cuatro después del Mesías.

Muchos de los comentaristas bíblicos están de acuerdo en que, si los discípulos del Mesías no hubiesen atesorado pruebas verdaderamente convincentes acerca de su resurrección, jamás se hubiesen sometido a los horribles rigores del encarcelamiento, las torturas y el martirio; a ser crucificados, despedazados por las fieras, quemados en hogueras, aserrados; huir por los montes, escondidos en cuevas y en las catacumbas, simplemente por mantener su fidelidad a un ideal religioso. Sin embargo, la historia del cristianismo confirma que muchos de aquellos fieles se sentían dichosos de ser sometidos a aquel sufrimiento tan cruel, antes que retractarse frente a una verdad tan inmaculada, y había quienes se presentaban voluntariamente para ser entregados a la muerte. Pues algunos de ellos habían sido testigos oculares de la resurrección del Mesías, por cuanto se les había aparecido y había compartido con ellos en varias ocasiones, después de resucitado, ya que para esa fecha no habían pasado más de treinta y cinco años de aquel inolvidable acontecimiento. Además, los que no lo habían visto, lo creían tan cierto como si ellos mismos hubiesen percibido los hechos. Porque las verdades de las revelaciones divinas son tan vívidas y convincentes, que aun después de dos mil años no ha habido fuerza posible capaz de detener las crecientes olas de, creyentes que han alcanzado cifras de millones de personas que creen en la certeza de las promesas bíblicas como el libro escrito bajo la influencia de la inspiración divina.

Otras pruebas extrínsecas a la Santa Biblia, relacionadas con el cumplimiento de las profecías, las constituyen auténticos datos históricos, acerca del esparcimiento, sufrimiento y destierro total del pueblo judío, a causa de su rebeldía contra Dios. Los anales de la historia contienen evidencias, además, del cumplimiento de las profecías de Daniel con relación al surgimiento y caída de los cuatro grandes imperios de la antigüedad, conocidos como: El Imperio babilónico, el medopersa, el griego y el romano. Así como de otras profecías relacionadas.

APÉNDICE

La inspiración divina es conferida a las traducciones de la Biblia: Así como se le atribuye el pleno respaldo de la inspiración divina a los manuscritos originales y sus copias, se asume que las traducciones hechas a otros idiomas deben ser consideradas bajo el mismo estatus, siempre que las mismas correspondan en su totalidad a una traducción del todo correcta que contenga, además, un sentido realmente acorde al expresado en el idioma original. Por tal razón, tanto los eruditos bíblicos de la antigüedad como los actuales, respaldados por las sociedades bíblicas, han sometido diferentes versiones de la Biblia a variadas y extensas revisiones que han ayudado a que las mismas ofrezcan un mensaje cada vez más claro y acorde al expresado en los Escritos de los idiomas originales, como lo es por ejemplo, el caso de nuestra Versión Reina-Valera, que después de haber sido llevada a efecto por las traducciones de Casiodoro de Reina, en 1569, fue revisada por Cipriano de Valera, la cual concluyó en 1602, y después fue sometida a otras revisiones en 1862, 1909, 1960 y 1995. Esto prueba que, aunque el texto original es considerado de carácter infalible, por lo que no admite cambios ni censuras. Las traducciones, sin embargo, pueden ser sometidas a ciertas revisiones y ajustes por parte de los eruditos o entidades facultadas para ello. No obstante, cualquier estudiante bíblico está en todo su derecho de tomar un pasaje, expresión o palabra de una versión de la Biblia que se preste a confusión o duda, o que simplemente sea objeto de su investigación, y analizarlo a la luz del texto en el idioma original procedente. Así como emitir cualquier opinión lógica, respaldada por las evidencias obtenidas de las diferentes fuentes de información autorizadas y disponibles al respecto, sin que ello constituya intento alguno de violación del Texto Sagrado, debido a que no se está sometiendo a juicio ni poniendo en evidencia la infalibilidad del texto original.

Atención: Es muy importante que el estudiante tenga bien claro este concepto, ya que, en temas posteriores tendremos que someter algunas palabras y expresiones a consideración y análisis en relación con su correcta traducción, a la luz del texto en el idioma original.

PRUEBAS EXTRÍNSECAS A LA SANTA BIBLIA

Estas pruebas se basan en ciertas profecías bíblicas, cuyo cumplimiento está comprobado por la historia. Después de haber leído los pasajes indicados, según 51Daniel capítulo 8: versículos 1 al 8 y 20 al 22, debemos compararlos con los datos históricos, que hacen referencia a la caída del Imperio medo-persa bajo la impetuosa fuerza de la invasión de Grecia.

43Grecia, 331-168 a. C. Según auténticos datos de la historia, este Imperio duró 163 años. Alejandro Magno, quien fuera primer y único rey del Imperio griego, representaba el cuerno solitario del macho cabrío en la profecía de 51Daniel capítulo 8: versículo 21. Este rey también es conocido en la historia como Alejandro III el Grande o Alejandro de Macedonia.

El relato histórico dice que Alejandro Magno, rey de Grecia, se lanzó a la conquista del mundo conocido de entonces y los medo-persas fueron vencidos por los griegos en la batalla de Arbela.

Esta batalla, según los datos históricos, ocurrió el 1 de octubre del año 331 a. C.

El relato declara que las tropas de Alejandro Magno se enfrentaron con un impresionante ejército medo-persa de más de 400,000 hombres al mando de Darío III Codomano. Pese a la aplastante superioridad numérica de las tropas persas, el brillante general macedonio infringió una decisiva derrota a Darío III. El macho cabrío (Grecia) pisoteó al carnero (medo-persa).

El relato confirma que, tras el triunfo obtenido en la batalla de Arbela, Alejandro Magno conquistó con suma facilidad las ciudades principales del Imperio persa, liquidando de forma efectiva dicho Imperio, consiguiendo, además, abrir las puertas hacia los inmensos territorios del este.

La historia declara que Alejandro Magno necesitó solo doce años para conquistar el mundo conocido entonces. El único rey del Imperio griego (el cuerno solitario del macho cabrío) dio cumplimiento exacto a la profecía de Daniel: el Imperio griego dominó toda la tierra.

Según datos de la historia, Alejandro Magno llegó a Babilonia en la primavera del 323 a. C. pero en junio contrajo fiebres y murió dejando su Imperio, según sus propias palabras, "a los más fuertes". Cuatro de sus generales se repartieron el Imperio entre sí. Ellos son los cuatro cuernos simbólicos del macho cabrío: Cassandro, Seleuco, Lisímaco y Ptolomeo.

Además de todas estas pruebas, es un hecho igualmente real e innegable que la Biblia a pesar de lo complejo de su carácter literario, como lo es haber sido escrita por más de treinta autores, en tres idiomas diferentes, bajo las diferentes culturas de varios países, donde ninguno de ellos convino entre sí acerca de lo que iban a escribir. Aunque su contenido es histórico, didáctico poético y profético, y se escribió en un prolongado período de alrededor de mil quinientos sesenta años, la misma, sin embargo, mantiene un eslabón de coherencias y propósitos, desde el principio hasta el final del Sagrado Libro. Como vivo ejemplo de ello tenemos los detalles siguientes: la Biblia presenta a Dios como un Ser Todopoderoso, creador del hombre y de todo el universo, quien es la única fuente de donde emana la vida; lo presenta como Redentor y Salvador del hombre. Un Dios justo, de bondad, de amor y misericordia. Asimismo, lo revela como un Dios santo, poseedor de las más altas características morales, que castiga el pecado y la maldad. Estos y otros tantos detalles, aparecen como un enlace de coherencias y propósitos, desde el Génesis hasta el Apocalipsis.

Evidentemente, estas características no son casuales, sino que se deben a que el autor intelectual del Sagrado Libro, quien dirigió e inspiró a cada escritor en cada lugar, época y cultura, no fue otro sino precisamente Dios. Por lo que estas particularidades de su naturaleza literaria lo convierten en un libro plenamente confiable.

Ahora bien, después de habernos referido a las diferentes pruebas que demuestran que la Biblia fue escrita por inspiración divina, es importante señalar que una prueba es una demostración, un hecho palpable o visible, y cuando una afirmación puede probarse, como lo hemos logrado en este caso, siempre será un hecho indudable.

Para ver un video alusivo al concepto de referencia, solo toque este enlace.

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