EL REPOSO DEL SÁBADO, ¿UN MANDAMIENTO VIGENTE?

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EL REPOSO DEL SÁBADO ¿UN MANDAMIENTO VIGENTE?

Según las evidencias actuales, la mayoría de las Iglesias cristianas, alcanzadas al parecer, por los efectos del decreto apostólico emitido en el libro de 51Los Hechos capítulo 15: versículos 18 al 29, han excluido la observancia del cuarto mandamiento de la ley de Dios de sus prácticas doctrinales. Pero en realidad, en su mayor cuantía alegan que, el apóstol Pablo lo dio por abolido, según 51Colosenses capítulo 2: versículo 13, 14 y 16. Yeshúa realizó obras significativas en ese día y se declaró Señor del sábado según 51Mateo capítulo 12: versículos 1 al 13. Manifestó también, con respecto al sábado: Mi Padre hasta ahora obra y yo obro: 51Juan capítulo 5: versículos 16 al 18. Dijo, además, que el sábado fue hecho por causa del hombre y no el hombre por causa del sábado: 51Marcos capítulo 2: versículo 27.

No obstante, los cristianos más conservadores, nos mantenemos firme en nuestra convicción de que, a pesar de la salvedad dada para los gentiles en el decreto referido, dicho mandamiento mantiene su vigencia, no solo para el pueblo hebreo, sino, además, para cuantos decidan acogerse a su observancia por amor a Dios. Todo lo cual me propongo demostrar en este estudio a través de razonables argumentos y consistentes detalles históricos y exegéticos los cuales tomaremos en consideración en el desarrollo del tema, incluyendo las citas bíblicas señaladas.

Mi objetivo en este caso, es además, que todo creyente cristiano logre entender que, en el decreto apostólico de referencia, aprobado por el Espíritu Santo, según lo declara el pasaje citado, la observancia de este mandamiento, no se refleja como un requerimiento intimado para los gentiles. Sin embargo, esto nada tiene que ver con las expresiones referidas por nuestro Mesías, señaladas en los pasajes indicados. Y aunque se pueda disentir de este punto de vista, de igual manera, basados en el concepto emitido en el decreto citado, el hecho de alegar que aquellos que no observen este mandamiento no podrán ser salvos, debe ser considerado como una infracción académica y una falta de ética profesional en las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.

Para iniciar nuestro estudio, he querido comenzar con una lógica interrogante: ¿será el reposo del sábado un mandamiento realmente vigente?

La cuestión acerca de la vigencia del cuarto mandamiento en el Decálogo de la ley divina ha sido causa de confusión e inseguridad para muchos creyentes cristianos, principalmente después del siglo IV de nuestra era.

Es por ello, que habiendo tratado en temas anteriores acerca de la confirmación de la observancia de los mandamientos de Dios en el Nuevo Testamento, he visto la necesidad de realizar un estudio que nos pueda ayudar a comprender mejor en qué consiste tal confusión con respecto a este precepto divino.

Lo primero que necesitamos tener en cuenta es que en ninguno de los relatos de la historia del cristianismo, ni de la historia antigua, se ha encontrado algún antecedente que confirme que la Iglesia hubiese anulado la observancia del sábado o hecho dejación definitiva de dicho mandamiento, antes del siglo II de nuestra era. Existen evidencias de que para mitad del siglo segundo las iglesias de las regiones occidentales del Imperio romano, bajo el liderazgo eclesiástico de San Aniceto (155 al 166 d. C.), cambiaron sus servicios de adoración para el domingo, y tuvieron, además, la tendencia de hacer dejación de la observancia del sábado. Esto fue, sin embargo, un hecho de carácter parcial solamente, como una reacción al surgimiento de fuertes sentimientos antijudíos, por lo cual decidieron distinguirse de ellos. Pero las iglesias del oriente no se sometieron a estos cambios. Escuche al doctor Mario Javier Sabán con los detalles históricos alusivos al tema. Para ello, solo toque este enlace.

No obstante, la historia recoge que, a partir del siglo IV con la ascensión de Constantino el Grande al trono, como emperador de Roma, los cristianos comenzaron una nueva etapa en la historia de su vida religiosa habiendo cesado todas sus persecuciones. Tal fue la acogida que tuvo el cristianismo por parte del Imperio romano en esa época que el mismo Emperador llegó a tomar parte directa y acreditada en los asuntos administrativos de la Iglesia, así como en cuestiones del culto y la adoración.

Esto trajo como consecuencia que siendo Constantino pagano (que adoraba a otros dioses), introdujera en la Iglesia una serie de costumbres que han venido a quedar como una mancha imborrable en la historia del cristianismo. Entre estas herejías admitidas por los líderes en aquella época están comprendidas la transgresión del primero y segundo mandamientos de Dios, mediante la confección de imágenes y su acatamiento. Herejías estas, que tuvieron su inicio en dicha época y cobraron cada vez mayor aceptación entre los líderes eclesiásticos, hasta ser oficialmente reconocidas como parte de la liturgia de la Iglesia en siglos posteriores.

La historia relata, además, que Constantino instituyó el día de reposo de los cristianos. Esto lo dice haciendo referencia a su implementación de la observancia del domingo. Pues, sabemos que estos tenían su propio día de reposo establecido desde el principio de su formación religiosa. Veamos al respecto los pasajes bíblicos siguientes:

51Lucas capítulo 23: versículos 54 al 56: "Y era día de la víspera de la pascua; y estaba para rayar el sábado. 55Y las mujeres que con él habían venido de Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. 56Y vueltas, aparejaron drogas aromáticas y ungüentos; y reposaron el sábado, conforme al mandamiento."

51Hebreos capítulo 4: versículos 9 al 11: "Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. 10Porque el que ha entrado en su reposo, también él ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas. 11Procuremos pues de entrar en aquel reposo; que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia".

Algunos creyentes alegan que, el hecho de que los discípulos del Mesías reposaran el sábado según el caso citado en el primero de estos pasajes, se debe a que todavía ellos se regían por las normas establecidas en la ley judaica, por cuanto aún no estaban bajo la dispensación de la Iglesia cristiana. Sin embargo, lo cierto es que, aquellos discípulos eran todos hebreos y observadores de la ley mosaica. Por cuanto, el decreto apostólico fue emitido solo para los gentiles, y estos no se habían convertido todavía.

La expresión referida en el versículo 9 del último de estos pasajes: “queda un reposo para el pueblo de Dios”, se traduce literalmente: “Queda un reposo sabático” para el pueblo de Dios. Por lo cual el autor del libro A los Hebreos, estaba orientando a la Iglesia, para que se mantuvieran en la observancia de dicho reposo y así ninguno cayera en ejemplo de desobediencia. Véase Reposo Sabático en el apéndice al final del tema.

No obstante, a partir del siglo IV como dijera antes, la situación de la Iglesia comenzó a tomar un curso diferente.

Constantino, a pesar de su gran simpatía por la misma y de la influencia que ejercía sobre ella, no era ni siquiera un cristiano reconocido. Pues la historia del cristianismo relata que él no fue ni siquiera bautizado, sino hasta encontrarse en su lecho de muerte. Su bautismo fue llevado a cabo por el obispo arriano Eusebio de Nicomedia. Hasta entonces fue solo un simple catecúmeno, o sea, que recibía clases de catequística 21(clases doctrinales a través de la enseñanza memorística y en forma de preguntas y respuestas). Por lo que, tanto él como los demás practicantes paganos que la Iglesia había aceptado en las filas del cristianismo con el arrastre de sus viejas creencias, eran adoradores del sol, cuyo día específico para rendirle culto era el domingo. Esta terminología procede del latín "dominicus dies", que significa día del señor. Para ello debemos tener en cuenta que los paganos le llamaban señor, al dios sol. Una de las claras evidencias que tenemos de ello, es que en inglés a este día se le llama "Sunday", que significa día del sol. Vea detalles al final del tema.

Es evidente, que el emperador Constantino, debido a su simpatía por el cristianismo quería hacer de la Iglesia cristiana el centro de atracción de las demás religiones del Imperio. Sin que fuera un obstáculo para aquellos paganos que no estaban dispuestos a renunciar a sus arraigados ritos religiosos. Esta es una posible razón por la que este, queriendo mantener, además, el apoyo y la admiración del paganismo, introdujera en la Iglesia la observancia del domingo, promulgando un edicto en el que mandaba que todos los jueces, los habitantes de la ciudad, mercaderes y artesanos descansasen el venerable día del sol, el domingo. Pero que los labradores atendiesen con plena libertad el cultivo de los campos.

26Según los anales, este edicto fue promulgado el 7 de marzo de 321 d. C. Así también la 12Enciclopedia Ilustrada de Historia de la Iglesia, por Samuel Vila y Darío A. Santamaría, en la página 61, dice lo siguiente:

"Por esta época ya Constantino había abierto las puertas a los cristianos para ascender a los más altos cargos de la administración: consulado, prefectura de Roma y prefectura de Pretorio. Entonces se estableció el domingo como día obligatorio de reposo en todo el Imperio y los cristianos cambiaron desde el sábado al día siguiente el horario de sus cultos."

Este dictamen, según la descripción de una reconocida escritora de la 29literatura cristiana, fue asimilado por la Iglesia, la cual proclamó el domingo día de fiesta en honor a la resurrección del Mesías. En este día se celebraban servicios religiosos, no obstante, era considerado día de recreo y se seguía guardando piadosamente el sábado. De esta manera, según el comentario de su relato, el día del sol fue reverenciado por los paganos y honrado por los cristianos.

No obstante, como dice un 35gran escritor en su obra al citar este detalle histórico, el decreto de Constantino fue solo la marca del principio de una larga, aunque intermitente serie de decretos imperiales en defensa del descanso dominical.

Veamos ahora el primero de los decretos de la ley dominical de un concilio cristiano, llevado a efecto aproximadamente 16 años después del veredicto de Constantino en el 321 d. C.

13“Los cristianos no judaizarán ni estarán ociosos en el día sábado (en el original: “sabbato”), sino que trabajarán en ese día, pero el día del Señor, especialmente honrarán y siendo cristianos no trabajarán si es posible en ese día. Si se encuentran judaizando serán excomulgados de Cristo.”

Evidentemente, según estos dos importantes datos históricos, el gran emperador Constantino I promulgó la primera legislación civil que propició el inicio del cambio del reposo del sábado para el domingo. Mientras que fue la Iglesia misma quien decretó 16 años más tarde, la primera legislación conciliar en el Concilio de Laodicea, con un carácter aún más agresivo y radicalista.

Leamos a continuación el siguiente dato histórico relacionado con las disposiciones referentes al cambio del sábado para el domingo, por parte de la Iglesia:

14“Todos los elementos en absoluto que fueron ordenados para el sábado (bíblico), nosotros lo hemos transferido al día del Señor, siendo más autoritario, más respetado y primero en rango, y más honorable que el sábado judaico.”

El siguiente dato histórico dice:

15“Aproximadamente en 590 d. C., el Papa Gregorio, en una carta al pueblo Romano, denunció como profetas del Anticristo a aquellos que mantenían que no se debía hacer trabajo en el día séptimo.”

Después de esto, continúa diciendo el comentario del relato histórico:

29En los siglos siguientes, la persecución a los creyentes del sábado bíblico se intensificó hasta que muy pocos quedaron vivos. Cuando la reforma comenzó, el verdadero sábado era casi desconocido.

Fue así como a medida que transcurrieron los siglos la influencia del paganismo fue cobrando mayor fuerza dentro de la Iglesia y el interés por la observancia del sábado se llegó a extinguir casi del todo, mientras que el domingo iba cobrando un carácter cada vez más sagrado. No obstante, según concluye el 29comentario acerca de este detalle histórico, siempre ha existido un remanente de creyentes en Yeshúa que se han mantenido fieles a la observancia del sábado y a los demás principios de su doctrina, hasta los días actuales.

No obstante al decreto apostólico conocido, nótese que no fue precisamente en el período de la Iglesia del primer siglo, sino hasta mediados del siglo segundo, como dijera anteriormente, cuando la misma comenzó a dirigir de manera parcial sus servicios de adoración hacia el domingo, hasta alcanzar un carácter generalizado en el siglo IV d. C. Basado primeramente, en una reacción de sus fuertes sentimientos antijudíos y finalmente por el sometimiento a un edicto imperial dirigido por la incontenible pujanza de una enorme influencia pagana.

Tal como es conocido, las prácticas religiosas de los seguidores del Mesías, que posteriormente se les llamó Iglesia cristiana, tienen su fundamento y procedencia en el judaísmo del cual se deriva. A diferencia de las diversas religiones paganas, esencialmente los adoradores del dios sol, que ofrecían sus servicios religiosos el domingo, la religión judía lo hacía el sábado, por orientación directa de Dios. Por lo cual, la Iglesia, plenamente convencida de que todos sus apóstoles eran judíos fieles, así como su Mesías, continuó su misma línea de observancia de ese día, cabalmente consciente de que, si la elección de Dios había sido dirigida a la observancia del sábado, esa debía ser entonces la opción correcta, no la del paganismo, cuyas prácticas son reprobadas y aborrecidas por el Supremo Creador, el Dios de los judíos, pero también de los seguidores de Yeshúa.

Procedamos ahora, a considerar las citas bíblicas relacionadas al inicio de este tema, referentes a las actividades de Yeshúa en el día del sábado, en las cuales se apoyan la mayoría de los creyentes cristianos para afirmar que nuestro Mesías abolió este mandamiento divino: Veámoslas en el mismo orden en que están reflejadas inicialmente. Primera cita:

51Colosenses capítulo 2: versículos 13, 14 y 16: "Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó juntamente con él, perdonándoos todos los pecados. 14Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz; 16Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados."

En este caso vamos a repetir parte de la explicación expuesta acerca de la vigencia de las leyes y mandamientos según el Antiguo y Nuevo Pactos. Como dijera en el tema alusivo, los sábados referidos aquí son los comprendidos en las festividades judías, relacionadas en 51Levítico capítulo 23: versículos 23, 24 y 39. Nótese que estos, eran sábados rituales que podían coincidir con cualquier día de la semana según se puede apreciar en el pasaje de referencia, y que nada tienen que ver con el séptimo día, señalado en los Diez Mandamientos.

Téngase en cuenta que el versículo 14 de nuestro pasaje dice claramente: …“Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria”… Si este pasaje no hiciera esa mención con tanta claridad, habría que admitir sin lugar a dudas, que el Apóstol se estaba refiriendo al sábado del séptimo día de la semana, pero lo cierto es que la frase referida marca la diferencia.

Analicemos la segunda cita bíblica:

51Mateo capítulo 12: versículos 1 al 8: "En aquel tiempo iba Jesús [Yeshúa] por los sembrados en sábado; y sus discípulos tenían hambre, y comenzaron a recoger espigas, y a comer. 2Y viéndolo los Fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en sábado. 3Y él les dijo: ¿No habéis leído qué hizo David, teniendo él hambre y los que con él estaban: 4Cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no le era lícito comer, ni a los que estaban con él, sino a solos los sacerdotes? 5O ¿no habéis leído en la ley, que los sábados en el templo los sacerdotes profanan el sábado, y son sin culpa? 6Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. 7Mas si supieseis qué es: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes: 8Porque Señor es del sábado el Hijo del hombre".

Mateo continúa el relato en este capítulo de su libro, según 51Mateo capítulo 12: versículos 10 al 13 diciendo que, había allí uno que tenía una mano seca: y le preguntaron: ¿Es lícito curar en sábado? por acusarle. Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le eche mano, y la levante? Pues, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Así que, lícito es en los sábados hacer bien. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y fue restituida sana como la otra.

El Mesías, el Hijo de Dios, en unanimidad con el Padre y el Espíritu Santo, había instituido el día del reposo desde el principio de la creación. Por eso se expresó diciendo: "Porque Señor es del sábado el Hijo del hombre". ¿Quién mejor que Él entonces, podía saber en cuáles circunstancias, y hasta qué límites era permitido actuar en ese día? Ellos no entendían estas cosas, pero muchos de nosotros las hemos entendido, por su gracia y por su misericordia. Y por lo tanto, juzgamos que el día del reposo, conocido tradicionalmente como el séptimo día de la semana, merece ser observado de la misma manera que lo observó nuestro Mesías, y que en él se pueden realizar las mismas actividades que el Señor realizó y las que reconoció permitidas.

Reflexionemos con los detalles acerca de la tercera cita bíblica:

51Juan capítulo 5: versículos 16 al 18: "Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús [Yeshúa], y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en sábado. 17Y Jesús [Yeshúa] les respondió: Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro. 18Entonces, por tanto, más procuraban los judíos matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también a su Padre llamaba Dios, haciéndose igual a Dios."

Según este pasaje, Yeshúa nuestro Mesías, se expresó diciendo: "Mi Padre hasta ahora obra, y yo obro."

El reflejo transparente que revelan las Escrituras acerca de la vida y actividades de Yeshúa, nos permite entender con toda claridad lo que Él quiso decir cuando refirió estas palabras. No se puede probar que Él hubiese hecho alguna otra obra en el día del sábado, más que las relacionadas en los pasajes citados, a lo cual se refería en este caso.

No obstante, algunos han traducido esta expresión de nuestro Señor de manera que pueda confundir a los nuevos estudiantes de la Biblia, interpretándola de la manera siguiente: “Mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo”.

Bien sabemos que durante el período de su ministerio, Yeshúa no trabajaba, sino que realizaba la obra correspondiente a su profesión mesiánica. Y aunque trabajar siempre implica la realización de alguna obra, no siempre el hecho de realizar una obra implica un trabajo y mucho menos al tratarse de las obras milagrosas de nuestro Señor o de la predicación de su glorioso evangelio.

Según la información extraída del 1Diccionario Griego – Español del Nuevo Testamento y del texto en el idioma original griego, la palabra de la cual se traduce obra y obro en este pasaje, es “ergázome”, que significa: trabajar, obrar, efectuar, hacer, llevar a cabo, ocuparse. Ver evidencias en el apéndice al final del tema.

Ahora bien, analizándolo por usted mismo se dará cuenta que de todas estas acciones relacionadas, la menos apropiada para las actividades de Yeshúa en el día del sábado, es trabajar. Por lo que tal traducción debe ser considerada, solo como aquella que lleva implícita la idea de la tendencia propia del traductor.

Veamos ahora, lo que nos dice la cuarta cita bíblica:

51Marcos capítulo 2: versículo 27: "También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado."

Esta afirmación de nuestro Señor acerca del sábado, es una realidad indiscutible: el sábado fue creado por Dios para descanso y bendición del hombre. No obstante, nuestro Mesías no es realmente el autor original de estas palabras. Según el doctor Mario Javier Sabán, historiador judío, esta expresión fue pronunciada inicialmente por el reconocido Rabino Hilel, contenida en el texto del Talmud judío del año 50 a. C. Lo cierto es que en el tiempo de Yeshúa predominaban dos corrientes teológicas judías de interpretación de las Escrituras, representadas por las escuelas de los Rabinos Hilel y Shamai. La de Shamai era extremadamente estricta en sus interpretaciones. Al extremo que en sábado no permitía, que los enfermos acudieran al médico. Hoy día se sabe que, hasta cargar un alfiler prendida en la ropa en el día del sábado, es prohibido por los grupos más radicales. La línea de Hilel, sin embargo, era más tolerante. Todo lo cual indica claramente, que los opositores de Cristo por sus obras de sanidad divina en sábado, eran de la línea de Shamai. En realidad, no existe otra razón que justifique su actitud. Tal como lo expone nuestro historiador de referencia.

Veamos además, otros pasajes relacionados con las actividades de nuestro Mesías en el día del sábado, que corroboran lo antes dicho:

51Marcos capítulo 3: versículos 1 al 5: "Y otra vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía una mano seca. 2Y le asechaban si en sábado le sanaría, para acusarle. 3Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio. 4Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábado, o hacer mal? ¿salvar la vida, ó quitarla? Mas ellos callaban; 5Y mirándolos alrededor con enojo, condoliéndose de la ceguedad de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano fue restituída sana."

El apóstol Juan retoma su lugar nuevamente en la descripción del relato según 51Juan capítulo 7: versículos 21 al 23 para decirnos que, Jesús [Yeshúa], respondiendo les dijo: Una obra hice, y todos os maravilláis. Cierto, Moisés os dio la circuncisión (no porque sea de Moisés, mas de los padres); y en sábado circuncidáis al hombre. Si recibe el hombre la circuncisión en sábado, para que la ley de Moisés no sea quebrantada, ¿os enojáis conmigo porque en sábado hice sano todo un hombre?"

51Lucas capítulo 13: versículos 10 al 17: "Y enseñaba en una sinagoga en sábado. 11Y he aquí una mujer que tenía espíritu de enfermedad dieciocho años, y andaba agobiada, que en ninguna manera se podía enhestar. 12Y como Jesús [Yeshúa] la vió, llamóla, y díjole: Mujer, libre eres de tu enfermedad. 13Y puso las manos sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba a Dios. 14Y respondiendo el príncipe de la sinagoga, enojado de que Jesús [Yeshúa] hubiese curado en sábado, dijo a la compañía: Seis días hay en que es necesario obrar: en estos, pues, venid y sed curados, y no en día de sábado. 15Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en sábado su buey o su asno del pesebre, y lo lleva a beber? 16Y a esta hija de Abraham, que he aquí Satanás la había ligado dieciocho años, ¿no convino desatarla de esta ligadura en día de sábado? 17Y diciendo estas cosas se avergonzaban todos sus adversarios"...

Lucas prosigue su relato en el siguiente capítulo de su libro, según 51Lucas capítulo 14: versículos 1 al 6 y nos dice que, entrando en casa de un príncipe de los Fariseos en sábado a comer pan, ellos le acechaban. Y he aquí un hombre hidrópico estaba delante de él. Y respondiendo Jesús [Yeshúa], habló a los doctores de la ley y a los Fariseos, diciendo: ¿Es lícito sanar en sábado? Y ellos callaron. Entonces él tomándole, le sanó, y despidióle. Y respondiendo a ellos dijo: ¿El asno o el buey de cuál de vosotros caerá en algún pozo, y no lo sacará luego en día de sábado? Y no le podían replicar a estas cosas.

Para hacer un análisis concluyente como resultado de la consideración de estas últimas citas bíblicas, será necesario tener en cuenta los siguientes aspectos: en primer lugar, quiero poner en conocimiento de los estudiantes que no estén bien relacionados con el estudio de las Sagradas Escrituras, que antes del establecimiento de la congregación del Mesías, era el pueblo judío, quien por designio de Dios administraba la única religión acreditada por Él. Pero ya en aquella época la habían agravado al extremo con las añadiduras de sus propias tradiciones. Estas consistían en una serie de reglas y normas establecidas por los intérpretes de la Ley, acerca de cómo observar los mandamientos y demás preceptos divinos. Todo lo cual había hecho muy rigurosa la observancia de la religión, convirtiéndola así en una carga tan pesada que nadie la podía llevar. Según auténticos detalles históricos, estas regulaciones tuvieron su origen en la época de los jueces, y en el tiempo de Yeshúa eran conducidas por las dos escuelas referidas anteriormente. Se afirma que para esa fecha existían no menos de tres mil ordenanzas relacionadas con las regulaciones acerca de la observancia de la ley. Mientras que sus dirigentes ni con un dedo la tocaban, según les dijera el mismo Señor. Véase 51Lucas capítulo 11: versículo 46. Fue en aquella época precisamente cuando Dios envió a su Hijo, para poner todas las cosas en orden, para enderezar el camino recto del Señor que estos habían torcido.

En segundo lugar, se deja ver claramente que a pesar de lo riguroso que estos dirigentes religiosos habían hecho la observancia del santo sábado, no obstante, se admitían algunas salvedades. Una de estas consistía en que en el templo los sacerdotes profanaban el sábado y eran sin culpa. Esto se debía a que en el día del sábado en el templo se mataban animales y se sacrificaban al fuego. Además, se amasaba la flor de harina para hacer tortas, y se asume que se realizarían algunas otras actividades necesarias, mientras que el fuego se mantenía encendido todo el día. Todo esto se hacía por orden divina. Véase 51Números capítulo 28: versículos 8 al 10.

En el día del sábado era admitido también circuncidar a los niños que cumplieran los ocho días de nacidos para obedecer la ley, la cual exigía que todo niño varón fuera circuncidado a esa edad, según 51Génesis capítulo 17: versículos 10 al 12 y 14. De acuerdo a lo señalado por el mismo Yeshúa, tal como lo reflejamos anteriormente.

Además de ello, según la expresión de nuestro Señor, quien conocía muy bien sus tradiciones, era admitido sacar la oveja, el asno o el buey del pozo, si alguno de estos se caía en el día del sábado. Es seguro que esta actividad implicaba un trabajo algo riguroso, por cuanto los pozos en Palestina eran probablemente profundos, y había que usar medios trabajosos para sacar la oveja caída, ¡cuánto más, si se trataba de un buey o de un asno! También ellos desataban estos animales domésticos y lo mudaban de lugar o lo llevaban a beber agua en el día del sábado. Según evidencias de otros escritos judíos como la Mishná, se conoce que ellos realizaban otras actividades en este día, las cuales se consideraban permitidas. Los sacerdotes judíos, los ancianos, los escribas o doctores de la ley y los Fariseos, figuraban entre las máximas autoridades de la religión judaica. Los Fariseos representaban un grupo o partido religioso judío de gran influencia en los tiempos de Cristo, formado por judíos religiosos de alto rango o por simples judíos fieles. Estos se caracterizaban por una estricta observancia de la ley, con énfasis en la pureza ritual, la observancia del sábado y el pago de los diezmos. Ellos acusaban a Yeshúa de permitirles a sus discípulos realizar actividades tan simples como recoger algunas espigas para comer en el día del sábado. Nótese que no lo hacían con el fin de cargar para sus casas, ni siquiera para llevarlas y comerlas en lo adelante del camino, sino que las comían en el mismo lugar donde las recogían. Las demás acusaciones que se le hacían eran por sanar a personas enfermas mediante la operación del divino milagro. Estas actividades resultaban mucho más sencillas que sacar una oveja, un asno o un buey de un pozo. Mientras que la diferencia de los resultados era de un valor incomparable.

Concluimos, por lo tanto, con la concepción de que el reposo del sábado es un mandamiento que mantiene su vigencia. Tanto para el pueblo hebreo como para los creyentes de cualquier nacionalidad que se interesen en su observancia por amor a Dios.

APÉNDICE

Vea este apéndice con sus correspondientes detalles, de preferencia en el libro impreso. Para verlo en el libro digital solo toque este enlace.

Téngase en cuenta cuántas acciones se pueden traducir de la palabra ergázome, y cuál de esas acciones se hace más apropiada a las actividades de Yeshúa el Mesías en sábado. Lo cual nos permitirá darnos cuenta de la tendencia de los traductores modernos a reflejar en las nuevas versiones sus propias ideas, o las que por alguna razón sean de la preferencia de la mayoría.

Pretender aceptar que las actividades relacionadas con la misión mesiánica de Yeshúa constituyeron un trabajo en vez de su "obra" correspondiente como tal, es una interpretación aberrante que no solo se presta a confusión para que los indoctos acepten que Él abolió el reposo del sábado. Si no, además, es pasar por alto una verdad indubitable; por cuanto, en las sinagogas judías de Palestina se hacía uso del hebreo bíblico para referirse a cualquier detalle de las Escrituras. Y aunque sabemos que, según el decreto apostólico emitido para los gentiles en Hch. 15: 19- 29, el mandamiento del sábado no era un requisito intimado para ellos; sabemos también por las Escrituras mismas, que para el pueblo hebreo, la transgresión de este mandamiento implicaba irremisiblemente la pena de muerte. Y tenga por cierto, que si Yeshúa hubiese declarado pública y literalmente en la sinagoga que su Padre trabajaba en sábado y que Él también trabajaba, los judíos no hubiesen esperado a que Él confesara ante el Sumo Pontífice, que era Hijo de Dios, para crucificarlo o haberlo lapidado como lo hicieron con Esteban.

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