LECCIÓN NÚMERO 3

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LECCIÓN NÚMERO 3 ES LA PALABRA DE DIOS QUE PERMANECE PARA SIEMPRE


Como dijera anteriormente, la Santa Biblia es llamada también la Palabra de Dios porque contiene su palabra escrita. Y es de tal valor su enunciado que no envejece ni caduca, sino que así como Él permanece para siempre, perdura ella también. Así lo declara la Biblia misma, según los pasajes siguientes:


51Salmos 119: versículo 89: "Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos."


51Primera de Pedro capítulo 1: versículos 24 y 25: "Porque toda carne es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Secóse la hierba, y la flor se cayó; 25Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada."


En esta cita de la Primera Epístola de San Pedro, es comparada tanto la vida como la gloria del hombre, con algo tan efímero como lo son la hierba que se seca y la flor que se cae. En contraste con la palabra de Dios que permanece para siempre.


Es cierto que han existido hombres en el transcurso de la historia de la humanidad, que han alcanzado mucha fama, honra y gloria. Pero con el decursar del tiempo, todo ha pasado y de ello queda solo el recuerdo. Sin embargo, Jesucristo, el principal exponente de la Palabra de Dios, no tuvo glorias de este mundo, antes prefirió exponer su vida en un tosco madero, para darnos salvación y vida eterna. Pero su santa doctrina, la cual contiene el fundamento de la Palabra de Dios, ha permanecido viva y creciente por más de dos mil años y permanecerá para siempre. Es sorprendente cómo al transcurrir de los siglos millones de personas se han sumado a los seguidores de la Palabra de Dios, plenamente convencidos de que sus promesas no son pasajeras ni de carácter temporal, sino ciertas y permanentes.

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