PROPÓSITOS DE DIOS CON EL HOMBRE

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PROPÓSITOS DE DIOS CON EL HOMBRE

Felicidad y vida eterna: Dadas las características facultativas con las que fue creado el ser humano y teniendo en cuenta la actitud de Dios para con este a través de su bondad infinita, según estudiamos en sus atributos morales. Se ha definido que el mismo fue concebido con el fin de que viviera eternamente feliz sobre la tierra.

Es por ello que este fue creado con la capacidad necesaria para contribuir con su propia felicidad y con la de sus semejantes. Poseído del discernimiento de la voluntad de Dios por medio de la luz de la razón, o sea, conociendo por medio de su conciencia las leyes de Dios cuando aún Él no le había dado ley escrita, sino solo en su corazón y en su conciencia. Así lo confirman las Santas Escrituras, de acuerdo con la declaración del siguiente pasaje:

51Romanos capítulo 2: versículos 14 y 15: "Porque los gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley a sí mismos. 15Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros."

En fin, el ser humano fue creado con todas las condiciones previstas para que fuese feliz sobre la tierra, aun con derecho opcional de vivir eternamente. Para ello, le puso el Creador la condición de sujetarse a la obediencia de su mandato divino, según lo declara el siguiente pasaje de las Escrituras:

51Génesis capítulo 2: versículos 16 y 17: "Y mandó Jehová Dios [el Señor] al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; 17Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás."

Aunque este pasaje no dice expresamente que el hombre fue creado con el propósito opcional de vida eterna, sin embargo, por la advertencia que le hace Dios acerca del fruto prohibido, se deduce por cuanto le dice: "El día que de él comieres, morirás."

De manera que, de no haber comido de aquel árbol, nunca hubiera muerto. Claro está, esto no quiere decir que el hombre fue creado inmortal, sino con el propósito de que llegara a serlo. Lo que no pudo lograr a causa de su pecado, según veremos en el capítulo siguiente.

Libre albedrío: De la anterior cita bíblica y de otras que estudiaremos en el tema del pecado original, en el próximo capítulo surge el concepto teológico del libre albedrío, o sea, que el ser humano fue creado con las características de un agente libre: con libre voluntad para escoger entre el bien y el mal sin que sea impelido por alguna fuerza exterior. Dios pudo haberle dado al hombre una orden radical prohibiéndole comer del árbol de ciencia del bien y del mal, sin embargo, veamos cómo le dice: ..."Porque el día que de él comieres, morirás." Aunque estas palabras encierran una grave advertencia, no obstante, es evidente que ellas dejaron una posibilidad para que el hombre eligiera libremente lo que había de hacer: obedecer o infringir la orden divina. Cuestión que queda confirmada, según veremos en 51Génesis capítulo 3: versículo 6, donde se puede apreciar cómo el primer hombre y su mujer actuaron de acuerdo a su propia voluntad comiendo del árbol prohibido.

El hecho de que la humanidad viva en un constante estado de ansiedad por la libertad, es una prueba lógica de que el hombre fue creado con libre albedrío.

Otra prueba consistente es el hecho de que nuestros pensamientos y sentimientos son verdaderamente libres, por lo que nadie puede sujetarlos a la voluntad ajena. Sin embargo, no siempre el hombre elige sabiamente lo que quiere hacer. Es por ello que Dios pone de manifiesto su justicia divina para con este, porque además de haberlo creado con las cualidades de un agente libre, no lo deja sin advertencia, sino que le aclara sobre las consecuencias que cosecharía de su libre elección.

Además, Dios no deja a sus criaturas abandonadas en el fracaso, sino que acude en su auxilio respetando siempre los principios de su libre voluntad. Esto lo podremos comprobar en el capítulo 5 de este tratado, donde se refleja claramente cómo le proporciona al hombre un medio para redimirlo de su condición de pecado para que pueda alcanzar la vida eterna, a través de Yeshúa el Mesías.

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