EL MESÍAS RESUCITADO
EL MESÍAS RESUCITADO
La resurrección del Mesías no debió constituir una alarmante sorpresa para aquellos que habían creído en su mensaje. Así como Él había anunciado su escarnecimiento y muerte antes que se cumpliese, también había declarado su resurrección inmediata de entre los muertos. Consideremos lo que nos dicen los siguientes pasajes de las Escrituras:
51Mateo capítulo 20: versículos 17 al 19: "Y subiendo Jesús [Yeshúa] a Jerusalem, tomó sus doce discípulos aparte en el camino, y les dijo: 18He aquí subimos a Jerusalem, y el Hijo del hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; 19Y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, y azoten, y crucifiquen; mas al tercer día resucitará."
51Mateo capítulo 12: versículos 38 al 40: "Entonces respondieron algunos de los escribas y de los Fariseos, diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. 39Y él respondió, y les dijo: La generación mala y adulterina demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. 40Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches."
En otra ocasión, nuestro Señor Yeshúa se manifestó diciendo:
"Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 18Nadie me la quita, mas yo la pongo de mí mismo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre." 51(Juan capítulo 10: versículos 17 y 18).
Estas predicciones de Yeshúa el Mesías se cumplieron con plena exactitud, según lo demuestran los pasajes bíblicos siguientes:
51Mateo capítulo 27: versículos 62 al 66: "Y el siguiente día, que es después de la preparación, se juntaron los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos a Pilato, 63Diciendo: Señor, nos acordamos que aquel engañador dijo, viviendo aún: Después de tres días resucitaré. 64Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el día tercero; porque no vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de los muertos. Y será el postrer error peor que el primero. 65Y Pilato les dijo: Tenéis una guardia: id, aseguradlo como sabéis. 66Y yendo ellos, aseguraron el sepulcro, sellando la piedra, con la guardia."
51Mateo capítulo 28: versículos 1 al 10: "Y la víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro. 2Y he aquí, fue hecho un gran terremoto: porque el ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, había revuelto la piedra, y estaba sentado sobre ella. 3Y su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. 4Y de miedo de él los guardas se asombraron, y fueron vueltos como muertos. 5Y respondiendo el ángel, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús [Yeshúa], que fue crucificado. 6No está aquí; porque ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. 7E id presto, decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos: y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis; he aquí, os lo he dicho. 8Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a sus discípulos, 9He aquí, Jesús [Yeshúa] les sale al encuentro, diciendo: Salve. Y ellas se llegaron y abrazaron sus pies, y le adoraron. 10Entonces Jesús [Yeshúa] les dice: No temáis: id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán."
Después de esto, Yeshúa el Mesías apareció a sus discípulos en diferentes formas y ocasiones. Según lo que nos dice Mateo en su narración de los hechos, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús [Yeshúa] les había ordenado. Y como le vieron, le adoraron: mas algunos dudaban. Y llegando Jesús [Yeshúa], les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. 51(Mateo capítulo 28: versículos 16 al 18).
Antes de continuar con las citas de los diferentes fragmentos del relato, quiero aclarar que también en el caso de la resurrección de Yeshúa el Mesías, como en el de su martirio y muerte, algunos de los escritores narran hechos o detalles que otros no mencionan. Es por ello que en esta ocasión tomaré también parte de la descripción de más de un libro entre los cuatro evangelios, con el fin de que nuestro estudio resulte más enriquecido, aunque parte de algunas historias se repitan. Lucas nos ofrece los datos recopilados en su investigación de los hechos, donde expone que, estando sus discípulos reunidos dando testimonio de cómo el Señor se les había aparecido, entre tanto que ellos hablaban estas cosas, él se puso en medio, y les dijo: Paz a vosotros. Entonces ellos espantados y asombrados, pensaban que veían espíritu. Mas él les dice: ¿Por qué estáis turbados, y suben pensamientos a vuestros corazones? Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy: palpad, y ved; que el espíritu ni tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo. Y diciendo esto, les mostró las manos y los pies. Y no creyéndolo aún ellos de gozo, y maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces ellos le presentaron parte de un pez asado y un panal de miel. Y él tomó, y comió delante de ellos. Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos. Entonces les abrió el sentido, para que entendiesen las Escrituras; y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo [el Mesías] padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando de Jerusalem. Y vosotros sois testigos de estas cosas. 51(Lucas capítulo 24: versículos 35 al 48).
Reflexionemos con los siguientes pasajes, según el relato del apóstol San Juan:
51Juan capítulo 20: versículos 19 al 21 y 24 al 29: "Y como fue tarde aquel día, el primero de la semana, y estando las puertas cerradas donde los discípulos estaban juntos por miedo de los judíos, vino Jesús [Yeshúa], y púsose en medio, y díjoles: Paz a vosotros. 20Y como hubo dicho esto, mostróles las manos y el costado. Y los discípulos se gozaron viendo al Señor. 21Entonces les dijo Jesús [Yeshúa] otra vez: Paz a vosotros; como me envió el Padre, así también yo os envío. 24Empero Tomás, uno de los doce, que se dice el Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús [Yeshúa] vino. 25Dijéronle pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré. 26Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Vino Jesús [Yeshúa], las puertas cerradas, y púsose en medio, y dijo: Paz a vosotros. 27Luego dice a Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos: y alarga acá tu mano, y métela en mi costado: y no seas incrédulo, sino fiel. 28Entonces Tomás respondió, y díjole: ¡Señor mío, y Dios mío! 29Dícele Jesús [Yeshúa]: Porque me has visto, Tomás, creíste: bienaventurados los que no vieron y creyeron."
En esta dimensión de su relato el apóstol Juan nos cuenta los acontecimientos vividos donde nos dice que, después se manifestó Jesús [Yeshúa] otra vez a sus discípulos en la mar de Tiberias, de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro y Tomás, llamado el Dídimo, y Natanael, el que era de Caná de Galilea, y los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos. Díceles Simón: A pescar voy. Dícenle: Vamos nosotros también contigo. Fueron y subieron en una barca; y aquella noche no cogieron nada. Y venida la mañana, Jesús [Yeshúa] se puso a la ribera: mas los discípulos no entendieron que era Jesús [Y]. Y díjoles: Mozos, ¿tenéis algo de comer? Respondiéronle: No. Y él les dice: Echad la red a la mano derecha del barco, y hallaréis. Entonces la echaron y no la podían sacar, por la multitud de los peces. Entonces aquel discípulo, al cual amaba Jesús [Yeshúa], dijo a Pedro: El Señor es. Y Simón Pedro, como oyó que era el Señor, ciñóse la ropa, porque estaba desnudo, y echóse a la mar. Y los otros discípulos vinieron con el barco trayendo la red de peces (porque no estaba lejos de tierra sino como doscientos codos). Y como descendieron a tierra vieron ascuas puestas, y un pez encima de ellas y pan. Díceles Jesús [Yeshúa]: Traed de los peces que cogísteis ahora. Subió Simón Pedro, y trajo la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres: y siendo tantos, la red no se rompió. Díceles Jesús [Yeshúa]: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos osaba preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor. Viene pues Jesús [Yeshúa] y toma el pan, y les da; y asimismo del pez. Esta era ya la tercera vez que Jesús [Yeshúa] se manifestó a sus discípulos, habiendo resucitado de los muertos. Y cuando hubieron comido, Jesús [Yeshúa] dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Dícele: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos. Vuélvele a decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Respondióle: Sí, Señor: tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis ovejas. Dícele la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristecióse Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y dícele: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Dícele Jesús [Yeshúa]: Apacienta mis ovejas. De cierto, de cierto te digo: Cuando eras más mozo, te ceñías, e ibas donde querías; mas cuando ya fueres viejo, extenderás tu mano, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras. Y esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios. Y dicho esto, dícele: Sígueme. 51(Juan capítulo 21: versículos 1 al 19).
Evidentemente, el hecho de la resurrección del Mesías constituyó la culminación del acto de la redención del hombre por el Hijo de Dios. Evento este que lo convirtió en vencedor sobre la muerte, dándole plena facultad para resucitar también a todo aquel que en Él creyere, como una confirmación de que ha sido redimido de la sentencia de muerte eterna, para vivir por siempre con el Mesías. Por lo cual, el mismo Señor expresó:
"Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente"… 51(Juan capítulo 11: versículo 26).
Otros detalles de vital importancia acerca de la resurrección los tomaremos en consideración en el capítulo 7 de este tratado.
DETALLES COMPLEMENTARIOS
Según 51Mateo capítulo 12: versículos 38 al 40, el Mesías declaró que estaría en el sepulcro tres días y tres noches. Esta declaración suya fue tomada en cuenta por los príncipes de los sacerdotes y los Fariseos después de su crucifixión según, 51Mateo capítulo 27: versículos 62 al 66, quienes recordaron que el Señor había dicho que al tercer día resucitaría. Sin embargo, de acuerdo con el relato de los diferentes pasajes citados en relación con su muerte y resurrección no encontramos tales evidencias que confirmen literalmente que Él estuvo tres días y tres noches en el sepulcro, ni que hubiera resucitado al tercer día conforme a nuestro calendario, aunque tal declaración aparezca reiteradamente en la narración. No obstante, algunos estudiosos han revelado que realmente todo sucedió tal como el Señor lo había declarado. Según los detalles del relato, Él fue crucificado el día correspondiente a la Pascua de Jehová [del Señor]. Y en Y en 51Levítico capítulo 23: versículos 5 al 8 dice que la Pascua debía celebrarse el día 14 del mes primero que es llamado el mes del Abib. Y el día siguiente que es el 15 debía ser considerado siempre como día de santa convocación, de reposo o sábado pascual, que podía coincidir con cualquier otro día de la semana, en la que había también un sábado correspondiente al séptimo día. Además de ello, a los siete días después del primer sábado pascual, o sea, el 22 del mismo mes, tenía que ser día de reposo llamado igualmente sábado. Por lo que se asume que ese día 14 en que el Mesías fue crucificado, era un miércoles y al siguiente día era el gran día del sábado pascual que coincidía con el jueves, luego vino el viernes y el sábado correspondiente al séptimo día de la semana. De manera que el Mesías fue crucificado el miércoles y sepultado al rayar el sol y estuvo en el sepulcro desde esa noche hasta ponerse el sol del sábado, por lo cual, cuando las mujeres fueron al sepulcro al amanecer del domingo, se encontraron conque ya Él había resucitado. Quiere decir que, estuvo en la tumba, la noche del miércoles, la noche del jueves y la noche del viernes, incluidos el día jueves, el viernes y el sábado hasta la puesta del sol. Esto da la cuenta perfecta de los tres días y las tres noches.