EL ESPÍRITU SANTO
EL ESPÍRITU SANTO
Este estudio es considerado, según la teología cristiana, bajo el concepto de la pneumatología. Una palabra compuesta que viene del 1griego, donde el primer término es “pneuma”: soplo, viento, espíritu, Espíritu. El segundo término es “logía”, que significa: tratado, discurso, estudio. Por lo cual, científicamente el término pneumatología es usado para referirse al estudio de la respiración. Mientras que en teología el término se usa para referirse al estudio del espíritu, en este caso, del Espíritu Santo.
Concepto bíblico: Según lo que declaran las Sagradas Escrituras, el Espíritu Santo es un Ser personal. Es reconocido como Divino y se le confieren todas las características y atributos como tal. Él habita en los creyentes que reciben su santo bautismo sellándolos para la salvación, los consuela, los guía a toda verdad y los faculta con su poder divino y con diferentes dones espirituales.
Las razones que nos asisten para creer en la personalidad del Espíritu Santo, consisten en la facultad del intelecto, que lo caracteriza como una persona. Las Sagradas Escrituras lo describen como un Ser inteligente, que piensa, tiene sentimientos y voluntad, los cuales son los elementos principales de la personalidad. Veamos al respecto los subtítulos y el contenido de los siguientes pasajes:
Él puede afligirse o entristecerse: 51 Efesios capítulo 4 : versículo 30: "Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual estáis sellados para el día de la redención".
Él tiene facultad para consolar al creyente, para enseñar y recordar, para dar testimonio y guiarlo a toda verdad. Así lo declaran los siguientes pasajes de las Escrituras:
51Juan capítulo 14: versículos 15 al 17, 25 y 26: "Si me amáis, guardad mis mandamientos; 16Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17Al Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce: Mas vosotros le conocéis; porque está con vosotros, y será en vosotros. 25Estas cosas os he hablado estando con vosotros. 26Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas que os he dicho."
51Juan capítulo 15: versículo 26: "Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí."
51Juan capítulo 16: versículos 13 al 15: "Pero cuando viniere aquel Espíritu de verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir. 14Él me glorificará: porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. 15Todo lo que tiene el Padre, mío es: por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber."
Él dirige y orienta a los creyentes: 51Hechos capítulo 13: versículos 1 al 4: "Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y doctores: Bernabé, y Simón el que se llama Niger, y Lucio Sireneo, y Manahén, que había sido criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2Ministrando pues éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra para la cual los he llamado. 3Entonces habiendo ayunado y orado, y puesto las manos encima de ellos, despidiéronlos. 4Y ellos, enviados así por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia: y de allí navegaron a Cipro."
Hch. 16: 6 y 7: "Y pasando a Phrygia y la provincia de Galacia, les fué prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia. 7Y como vinieron a Misia, tentaron de ir a Bithynia; mas el Espíritu no les dejó."
Hch. 20: 22 y 23: "Y ahora, he aquí, ligado yo en espíritu, voy a Jerusalem, sin saber lo que allá me ha de acontecer: 23Mas que el Espíritu Santo por todas las ciudades me da testimonio, diciendo que prisiones y tribulaciones me esperan."
Con respecto a esta maravillosa actividad del Espíritu Santo en la vida del creyente, reflexionemos con el relato de Felipe y el eunuco etíope cuando el ángel del Señor le habló a Felipe: Levántate y ve hacia el mediodía, al camino que desciende de Jerusalem a Gaza, el cual es desierto. Entonces él se levantó, y fue: y un etíope, eunuco, gobernador de Candace, reina de los etíopes, el cual era puesto sobre todos sus tesoros, y había venido a adorar a Jerusalem, y se volvía sentado en su carro, y leyendo el profeta Isaías. Y el Espíritu le dijo a Felipe: Llégate, y júntate a este carro. Y acudiendo Felipe, le oyó que leía el profeta Isaías, y le preguntó: ¿Entiendes lo que lees? Y él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiese, y se sentase con él. Entonces Felipe, comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesucristo [Yeshúa el Mesías]. 51(Hechos capítulo 8: versículos 26 al 31 y 35).
Tomemos en consideración también, como el Espíritu Santo le habló a Pedro mientras estaba pensando en la visión del lienzo, y le dijo: He aquí, tres hombres te buscan. Levántate, pues, y desciende, y no dudes ir con ellos; porque yo los he enviado. Entonces Pedro, descendiendo a los hombres que eran enviados por Cornelio, dijo: He aquí, yo soy el que buscáis: ¿cuál es la causa por la que habéis venido? 51(Hechos capítulo 10: versículos 19 al 21).
ÉL suministra a los creyentes santificados diferentes dones espirituales. Como ejemplo de ello, tomemos en consideración el pasaje siguiente:
51Primera de Corintios capítulo 12: versículos 1 y 4 al 11: "Y acerca de los dones espirituales, no quiero, hermanos, que ignoréis. 4Empero hay repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es. 5Y hay repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es. 6Y hay repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es el que obra todas las cosas en todos. 7Empero a cada uno le es dada manifestación del Espíritu para provecho. 8Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu, 9A otro, fe por el mismo Espíritu, a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu; 10A otro, operaciones de milagros, y a otro, profecía, y a otro, discreción de espíritus, y a otro, géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. 11Mas todas estas cosas obra uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente a cada uno como quiere."
Estos pasajes bíblicos nos proporcionan claras evidencias de que el Espíritu Santo es un Ser personal, que no se trata de una fuerza activa como dicen algunos, debido a que ninguna fuerza o energía existente puede poseer tales facultades, ya que estas son cualidades solamente de un ser inteligente, poseído del atributo de la personalidad.
Él posee los atributos de Dios, el Padre, en toda la plenitud y la magnitud de su perfección.
Sin embargo, al dar inicio a la consideración de esta particularidad del Espíritu Santo, necesitamos tomar en cuenta que, aunque algunos de los atributos de Dios, el Padre, no aparezcan literalmente relacionados en las Escrituras, con el Hijo o con el Espíritu, no obstante, sin la menor intención de dar una interpretación forzada, es obvio, según la lógica y el razonamiento que nos aporta la lectura de la Palabra misma, que todos ellos le pertenecen de igual manera, como en el caso de la bondad, atribuida al Mesías.
Veamos a continuación los atributos que se le confieren:
Naturaleza espiritual: Este atributo de Dios es evidente en el Espíritu Santo, porque su propia naturaleza así lo indica.
Existencia propia: Aunque este atributo divino no le es conferido literalmente al Espíritu Santo en las Escrituras, no obstante, el mismo se le atribuye por lógica, por el hecho de que Él es eterno, según lo declara el próximo versículo bíblico. Y para ello es ineludible que tenga existencia propia, por los mismos razonamientos tomados en cuenta en este atributo con referencia a Dios el Padre.
Eternidad: Aunque el Espíritu Santo era conocido bíblicamente por sus actividades específicas en la época del Antiguo Testamento, en el Nuevo Testamento es reconocido también como el Espíritu eterno, según lo declara el pasaje siguiente:
51Hebreos capítulo 9: versículo 14: "¿Cuánto más la sangre de Cristo [el Mesías], el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de las obras de muerte para que sirváis al Dios vivo?"
Omnipresencia: 51Salmos 139: versículos 7 al 9: "¿Adónde me iré de tu espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia? 8Si subiere a los cielos, allí estás tú: Y si en abismo hiciere mi estrado, he aquí allí tú estás; 9Si tomare las alas del alba, Y habitare en el extremo de la mar, 10Aun allí me guiará tu mano, Y me asirá tu diestra".
Lógicamente, su eternidad se le atribuye, como en el caso del Mesías, a partir de la concepción de la teología cristiana, que lo define como 5derivado del Padre, y por ende, de su misma substancia.
Omnisciencia: 51Primera de Corintios capítulo 12: versículo 8: "Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu."
51Isaías capítulo 40: versículos 13 y 14: "¿Quién enseñó al espíritu de Jehová [del Señor], o le aconsejó enseñándole? 14¿A quién demandó consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia?"
Omnipotencia: Este atributo divino se le puede conferir al Espíritu Santo, igualmente por lógica, al tener en cuenta los demás atributos que se le confieren y sus actividades en relación con cada uno de ellos.
Inmutabilidad: Este atributo se le puede conferir también por lógica al Espíritu Santo, por cuanto no se conoce bíblicamente, ningún cambio operado en su naturaleza divina, ni en el orden moral, ni en ningún otro aspecto.
Bondad: 51Gálatas capítulo 5: versículos 22 y 23: "Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, 23Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley."
Justicia: 51Efesios capítulo 5: versículo 9: "Porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia, y verdad."
Así también, en 51Romanos capítulo 14: versículo 17, dice que, el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.
Veracidad: 51Juan capítulo 14: versículos 15 al 17: "Si me amáis, guardad mis mandamientos; 16Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: 17Al Espíritu de verdad"…
Nuestro Señor Yeshúa lo llama el Espíritu de verdad: Empero cuando viniere el Consolador, el cual yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí. 51(Juan capítulo 15: versículo 26).
Sabiduría: 51Primera de Corintios capítulo 12: versículo 8: "Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu."
Santidad: Evidentemente, la santidad es uno de los atributos que posee la tercera persona divina en toda su magnitud. La misma está claramente revelada en las Escrituras, como su identidad personal: “Espíritu Santo.”
Creador: Lógicamente, se asume que el Espíritu Santo participó también de las actividades creativas del universo, por lo que dicen las Escrituras, según 51Génesis capítulo 1: versículos 1 y 2: "En el principio crió Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas."
Según algunos teólogos, el sentido de la frase hebrea usada en este pasaje indica que esta actividad del Espíritu Santo era un movimiento de carácter cubridor sobre la superficie del planeta, que le proveía los efectos necesarios para lograr el orden y la formación de la vida en el mismo. Tal como lo es la función de las aves sobre sus nidadas proveyéndole calor y protección, hasta cumplirse el ciclo de formación de la vida en sus polluelos.
Salvador: Conferido a Dios el Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, en una maravillosa armonía, según el siguiente pasaje de las Escrituras:
51Tito capítulo 3: versículos 4 al 7: "Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo; 6El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo [Yeshúa el Mesías] nuestro Salvador, 7Para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos según la esperanza de la vida eterna."
Las enseñanzas relacionadas con el bautismo del Espíritu Santo, las estudiaremos detalladamente en el capítulo 10 según el tema correspondiente. Escuche a Zulmy Mejía con una bella alabanza al Espíritu Santo.