GUÍA DE ACTIVIDADES Y MÉTODO ADMINISTRATIVO:
Si fuera la voluntad legítima de Dios concedernos una fuente financiera estable, basada en las donaciones destinadas para fundaciones religiosas sin fines de lucro (en nuestro caso, educación cristiana), procederíamos, según mi criterio, de la manera siguiente:
Antes que todo, no comprometer a los integrantes de la corporación con ningún tipo de aporte financiero excepto lo que pueda aportar personalmente el presidente. Pero que sí nos sintamos todos comprometidos de todo corazón con cualquier otro aporte en que podamos ser útiles a la corporación, como si todos fuéramos dueños.
Detalles de las actividades:
1. Comenzar haciendo donaciones del libro de instrucción bíblica a los centros penitenciarios del país, de cien ejemplares mensuales.
2. Garantizar el pago de asistencia legal, para llevarlo todo en orden y evitar cometer errores delictivos.
3. Tratar de mantener un fondo creciente en la cuenta de la corporación para mayor seguridad de poder continuar con nuestros proyectos, igualmente de manera creciente.
4. Pagar a una compañía profesional y reconocida, para que nos hagan la traducción del libro al inglés, para que el sistema educativo pueda alcanzar también a las personas de habla inglesa en las prisiones.
5. A partir de este fundamento inicial, asignarle un sueldo o remuneración a los integrantes de la fundación, sin privilegio personal, o sea, que todos recibamos lo mismo, y que si alguno tiene mayor actividad que otro, que lo haga por amor a la obra de Dios. Si no tuviéramos los recursos suficientes para asignarnos un sueldo satisfactorio, tendríamos que aceptar el mínimo posible para empezar, y continuar mejorando la asignación en aumento proporcional, hasta lograr un monto satisfactorio para cada uno, teniendo en cuenta el concepto de mantener un fondo sustancial en la cuenta.
6. Asignar inicialmente, a un misionero que extienda el proyecto al extranjero comenzando por un país y extendiéndonos al segundo y al tercero sucesivamente, siempre que las posibilidades respondan a los gastos que se implican. Mi pretensión inicial al respecto, no es crear iglesias ni pastorados, sino apoyar financieramente a misioneros cristianos pobres económicamente, pero ricos en dinámica para la labor misionera. Asignarles un plan de estudios bíblicos, al menos de 20 estudios semanales y un límite de tiempo de un año para que los estudiantes bíblicos reciban el curso completo, aunque se conviertan antes de concluirlo. Para ello, he pensado hacerlo con misioneros de Nuestra Iglesia, y con misioneros bautistas de países pobres, que lo requieran; en caso de que los directores correspondientes lo llegaran a aceptar. De otra manera lo haríamos de forma independiente a la medida de nuestras posibilidades. Aclaro que, la labor del misionero inicial, sería solo establecer los contactos previamente acordados, antes de iniciar la misión. Y por lógica entiendo que esta primera misión debo llevarla a cabo yo personalmente, mientras pueda, sin aspirar a nada más que mi remuneración asignada inicialmente como presidente, integrante de la corporación. Claro está, la cotización de viaje y los demás gastos implicados, tienen que correr por la Corporación.
7. En caso de que el Padre Eterno, autor y dueño único de este proyecto, nos bendiga con fondos suficientes, sería del todo lógico adquirir una propiedad para vivienda y un automóvil, que estarían al servicio del que más lo necesite y mejor uso les pueda dar, entre los integrantes de la corporación.
8. Si fuera necesario rentar o comprar un local en cualquiera de los países donde lleguemos con nuestro proyecto, para usarlo como aula de estudio o lugar para dar cultos, creo que sería muy útil hacerlo.
9. Pudiéramos establecer o apoyar comedores para niños pobres, en algunos países que lo requieran. Siempre apoyando la educación cristiana en esos lugares.
10. Estando ya bien establecidos, pudiéramos pagarle algunos cursos de Capellán, Licenciatura en Teología, o Educación Cristiana; Maestría y Doctorado, a misioneros específicos que se interesen en ello y se comprometan a emplear sus conocimientos para apoyar nuestro proyecto.
11. Teniendo los recursos suficientes, entiendo algo digno y de vital importancia para los integrantes de la corporación, que adquiramos u mausoleo familiar para el descanso final de cada uno de nosotros. Incluyendo a nuestros padres para los que lo tengan con vida y nuestros hijos en su posteridad.
12. Todo dinero que sea necesario usar para gastos relacionados con la corporación, debe obtenerse a través de un cheque firmado por el presidente y la tesorera actual, aun cuando haya cambiado a un puesto de mayor rango. No obstante, sería necesario mantener una cuenta independiente de fondos emergentes, para la extracción con tarjeta, por parte del presidente o la tesorera, siempre que se mantenga un récord de gastos y propósitos, dentro de los parámetros legales.
13. En cualquier circunstancia en que el presidente de la Corporación no pueda seguir ejerciendo, ya sea temporal o definitivamente, pienso que nadie más indicado para sustituirlo, que el vicepresidente, que se haya ganado el puesto por su destacada labor con su dedicación y apoyo al proyecto. Confieso que mi fe en este caso está basada en Yelenny, a quien le he propuesto la asignación de tesorera, hasta que sea necesario que ocupe el puesto de viceprecidenta.
14. Finalmente, propongo que cualquiera de los integrantes de la corporación que no pueda continuar trabajando por problemas legalmente justificados de salud, o por edad excesiva, que se le mantenga su salario completo mientras viva.
15. Aunque en el artículo 6 expuse que mi pretensión inicial no es crear iglesias o pastorados. Es digno de considerar, sin embargo, que de lograr un fondo financiero sustancial, si alguno de los integrantes de la corporación, tiene la visión y anhelo de crear una Iglesia o congregación de creyentes para ser liderada por cualquiera de su núcleo familiar, podríamos iniciar el proyecto hasta concluirlo, poniendo nuestro interés con todo el apoyo financiero posible, siempre que no atente contra los principios doctrinales establecidos en nuestro método educativo.