LECCIÓN NÚMERO 23 ACERCA DE LA TRINIDAD: DIVINIDAD DE JESUCRISTO Y DEL ESPÍRITU SANTO
Veamos lo que nos dicen los siguientes pasajes bíblicos acerca de Jesucristo:
51Isaías capítulo 9: versículo 6: "Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz."
51Hebreos capítulo 1: versículos 6 al 9: "Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en la tierra, dice: Y adórenle todos los ángeles de Dios. Y ciertamente de los ángeles dice: El que hace á sus ángeles espíritus, Y á sus ministros llama de fuego. Mas al hijo: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; Vara de equidad la vara de tu reino; Has amado la justicia, y aborrecido la maldad; Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, Con óleo de alegría más que á tus compañeros".
51Primera de Juan capítulo 5: versículo 20: "Empero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero: y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna."
51Tito capítulo 2: versículo 13: "Esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo."
51Romanos capítulo 9: versículo 5: "Cuyos son los padres, y de los cuales es Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén."
51Colosenses capítulo 2: versículos 8 y 9: "Mirad que ninguno os engañe por filosofías y vanas sutilezas según las tradiciones de los hombres, conforme a los elementos del mundo, y no según Cristo: Porque en él habita toda la plenitud de la divinidad corporalmente."
El apóstol Pedro, en su epístola a la Iglesia hace la siguiente declaración: Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo. 51(Segunda de Pedro capítulo 1: versículo 1).
Un importante dato con referencia a la divinidad de Jesucristo y del Espíritu Santo, lo encontramos en el pasaje citado según 51Colosenses capítulo 2: versículos 8 y 9. La traducción literal aquí, en el 6Nuevo Testamento Griego-Español, es Deidad. Interpretada del término “theótos”, de la raíz [theótes]= esencia divina. 62Según San Agustín, el mismo fue creado por los apologistas cristianos para diferenciar nuestra Divinidad de las divinidades paganas. Por ende, esto deja claro que cuando las Escrituras del Nuevo Testamento se refieren a ellos como divinos, no aluden a otra divinidad, sino a la misma de Dios el Padre del cual ellos proceden como esencia suya.
Antes de iniciar el análisis de los pasajes leídos quiero recordar a los estudiantes, el segundo tema tratado en este libro acerca de la infalibilidad del texto original según los detalles relacionados con la inspiración divina en los escritos sagrados y la posible necesidad de comparar con ellos cualquier pasaje de las versiones en otros idiomas.
Los pasajes leídos según nuestra versión de la Biblia al español, declaran que Jesucristo es Dios. Lo cual confirma en realidad, que Él es divino. Según el 3Diccionario Expositivo Vine de palabras del Antiguo y Nuevo Testamentos, el término 4hebreo: “el”, del cual se traduce Dios según 51Isaías capítulo 9: versículo 6; se usa en el texto original hebreo para referirse a una divinidad. En este caso alude al Mesías el Hijo de Dios, como parte de la esencia divina de la Deidad. Así también, según 51Isaías capítulo 7: versículo 14, el profeta se refiere a Él como divino, al declararlo 4“Imanu )el”: Imanuel: con nosotros Dios.
Obtenga evidencias del uso de los caracteres hebreos y griegos empleados en estos pasajes.
Estas citas bíblicas analizadas, nos dan a entender, que cuando en el Nuevo Testamento se hace alusión a Jesucristo como Dios, según los pasajes leídos, está basado en el mismo concepto considerado, donde el vocablo “theós” usado en griego tiene su trasfondo en el pensamiento hebreo de los apóstoles, expresado en el término “Elohim”, que se refiere a Él como un Ser divino integrante de la Deidad con todos los atributos, poder y autoridad que les son conferidos por el Padre. 64Véase 51Daniel capítulo 7: versículos 13 y 14 con 51Efesios capítulo 1: versículos 20 al 22.
No obstante, en todos estos pasajes, tanto del Antiguo, como del Nuevo Testamento, los traductores lo interpretan como Dios, por ser el término más conocido en nuestro idioma para referirnos a la Divinidad. Así también es traducido al griego como “theós”, al latín como “Deus” y al inglés como “God”, etc. Por cuanto cada quien se lo atribuye al nombre de su propia divinidad.
Lo cierto es, que las interpretaciones teológicas relacionadas con el Hijo y el Espíritu Santo, tuvieron que ver esencialmente con el concepto de su divinidad. Por otro lado, las concepciones establecidas por la Iglesia al respecto, hasta el siglo V estuvieron basadas en los idiomas griego y latín, por cuanto el español tuvo su proceso de formación entre los siglos VI al X d. C. Por lo cual, todo lo que nosotros recibimos de ellos se lo hemos atribuido a “Dios”.
Pero evidentemente, la traducción correcta de las terminologías hebreas y griega, de referencia, no alude absolutamente a Dios, sino a una entidad divina. Cuando el término se traduce de acuerdo con la entidad correspondiente, todo está bien. Pero si lo traducimos como Dios, sin que haga alusión al Ser Supremo, estamos haciendo referencia a un politeísmo. Ver 51Primera de Timoteo capítulo 2: versículo 5 y 51Juan capítulo 17: versículo 3. Ahora bien, ¿cómo pueden ser tres seres divinos y que solo uno sea Dios? Esto se entiende a partir de la concepción de la Iglesia de los primeros siglos antes de los debates trinitarios y los conceptos filosóficos emitidos por Orígenes y otros. Al Hijo y al Espíritu Santo se les consideraba como derivados del Padre, quien es la única fuente de divinidad, y desde el cual Ellos reciben todo lo que tienen y son. Por lo cual, ellos son considerados divinos por esencia, o sea, por concepto consubstancial. Parece ser obvio que este concepto tiene su base en las palabras de Jesús según 51Juan capítulo 14: versículos 8 al 11, donde declara reiteradamente, que Él es en el Padre y el Padre en Él. De igual manera, según 51Zacarías capítulo 12: versículo 10, el mismo Dios dice: …Y mirarán a mí, a quien traspasaron. Lo que indica claramente, que el Hijo está en el Padre y el Padre en Él como una inmanencia recíproca.
Sin embargo, esta idea le confiere un carácter de pluralidad a la Divinidad, aunque no sea una diversidad de Dioses. Y esto parece ir en contra de de lo que dice el mismo Dios según 51Deuteronomio capítulo 6: versículo 4, que Él es uno.
No obstante, algo muy curioso y significativo acerca de lo cual han hecho énfasis muchos teólogos, está relacionado con las evidencias que nos aporta el siguiente análisis gramatical del texto hebreo: según la explicación de auténticos conocedores del lenguaje, en dicho idioma se usan dos términos diferentes para indicar el significado de “uno”. Para verlo solo que este enlace.
A continuación, citaré algunos pasajes del Antiguo Testamento, que, al compararlos con otros del Nuevo, nos ayudarán a entender con toda claridad que la Divinidad ha mantenido siempre un definido carácter de pluralidad. Tomemos en consideración las siguientes referencias:
51Génesis capítulo 1: versículos 26 y 27: "Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza... 27Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo crió; varón y hembra los crió."
51Génesis capítulo 3: versículo 22: "Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el bien y el mal"...
Nótese que en el versículo 26 leído dice: “Hagamos al hombre”, quiere decir que este fue hecho por más de una persona. Y cuando dice: “A nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”, está indicando que el hombre fue hecho a la imagen y semejanza de más de una persona. Observen que según el versículo 27, el hombre fue creado por Dios y fue hecho a su imagen. Véase también el uso del plural “Nos”, reflejado en la cita de 51Génesis capítulo 3: versículo 22.
Tomemos en consideración ahora el siguiente pasaje de las Escrituras:
51Génesis capítulo 11: versículo 7: "Ahora pues, descendamos, y confundamos allí sus lenguas para que ninguno entienda el habla de su compañero."
En este pasaje bíblico se refleja también, en forma muy clara, el uso del plural en la acción tomada por Dios cuando dice: “Descendamos y confundamos allí sus lenguas”.
Todo esto nos da a entender que Dios ha estado representado por más de una persona, aun desde el principio.
Comparemos los pasajes anteriores con los siguientes:
51Juan capítulo 1: versículos 1 al 3, 10 y 14: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 2Este era en el principio con Dios. 3Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho. 10En el mundo estaba, y el mundo fué hecho por él; y el mundo no le conoció. 14Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad."
Vea detalles acerca del “Verbo”, en el apéndice al final del tema.
Consideremos ahora el siguiente pasaje de las Escrituras:
51Juan capítulo 17: versículo 5: "Ahora pues, Padre, glorifícame tú cerca de ti mismo con aquella gloria que tuve cerca de ti antes que el mundo fuese."
Tomemos en consideración ahora el siguiente pasaje:
51Génesis capítulo 1: versículos 1 y 2: "En el principio crió Dios los cielos y la tierra. 2Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas."
La comparación de estos pasajes bíblicos con los anteriores, nos proporciona un claro reflejo, de que las únicas personas a quienes se les atribuye participación en las actividades creativas del universo, juntamente con Dios, el Padre, son el unigénito Hijo de Dios (el Mesías) y el Espíritu de Dios (el Espíritu Santo).
Especialistas en el idioma del texto original exponen que, el término del cual se traduce "Dios" en cada uno de los versículos relacionados con la creación del universo según 51Génesis capítulo 1, es Elohim. Afirman que esta palabra no es un nombre personal, sino un título y atributo que expresa autoridad y juicio. Alegan que el hecho de que la palabra Elohim esté en forma plural, no significa necesariamente que se trate de varias personas o un conjunto de personalidades. Esto lo vemos en el caso de Moisés según 51Éxodo capítulo 4: versículo 16 y capítulo 7: versículo 1, quien no fue más que una persona, sin embargo obtuvo el cargo de ser Elohim ante el rey de Egipto.
Afirman que el término Elohim tiene que ver con autoridad en abundancia y un conjunto de poderes para afirmar su voluntad. Elohim reúne en sí todas las fuerzas infinitas y eternas.
Sin embargo, esto no es una prueba de que el evento de la creación del universo se haya llevado a efecto absolutamente por el Padre. Esto lo confirma la expresión referida por el mismo Dios cuando dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…; cundo expresó: He aquí el hombre como uno de nos…; y cuando dijo: Ahora pues, descendamos y confundamos allí sus lenguas… ¿Con quién hablaba Elohim cuando dijo todo esto? En la Escrituras no se hace alusión a nadie más que pudiera haber tenido participación en dicha actividad creativa, sino a Jesucristo, y al Espíritu Santo a los cuales, según lo revela nuestro estudio se les confiere también el título de Elohim.
Veamos hora, los primeros reflejos de las menciones hechas por los apóstoles, acerca de ciertas actividades en conjunto relacionadas con la pluralidad de personas, concebida en la Deidad. Al respecto consideremos los siguientes pasajes de las Escrituras:
51Tito capítulo 3: versículos 4 al 7: Mas cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, 5No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo, 6El cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, 7Para que, justificados por su gracia, seamos hecho herederos según la esperanza de la vida eterna.
51Segunda de Corintios Capítulo 13: versículo 13: "La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del Espíritu Santo sea con vosotros todos. Amén."
51Judas versículos 20 y 21: "Mas vosotros, oh amados, edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando por el Espíritu Santo. 21Conservaos en el amor de Dios, esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo, para vida eterna".
Estas citas bíblicas hacen mención de ciertas actividades divinas atribuidas en forma común, tanto al Padre como al Hijo y al Espíritu Santo.
ACTIVIDADES CONFERIDAS AL ESPÍRITU SANTO QUE REFLEJAN SU DIVINIDAD
Las Escrituras del Nuevo Testamento, hacen alusión a Dios en varias ocasiones refiriéndose al Espíritu Santo, así como lo hacen con referencia a Jesucristo. Atribuyen al Espíritu Santo una determinada actividad, que las Escrituras del Antiguo Testamento confieren a Dios:
Antiguo Testamento: 51Jeremías capítulo 31: versículos 33 y 34: "Mas éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en sus entrañas, y escribiréla en sus corazones; y seré yo a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. 34...Porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado."
Nuevo Testamento: 51Hebreos capítulo 10: versículos 15 al 17: "Y atestíguanos lo mismo el Espíritu Santo; que después que dijo: 16Y este es el pacto que haré con ellos, Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones, Y en sus almas las escribiré; 17Añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades."
Antiguo Testamento: 51Isaías capítulo 6: versículos 8 al 10: "Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién nos irá? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí. 9Y dijo: Anda, y di a este pueblo: Oíd bien, y no entendáis; ved por cierto, mas no comprendáis. 10Engruesa el corazón de aqueste pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; porque no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda, ni se convierta, y haya para él sanidad."
Nuevo Testamento: 51Hechos capítulo 28: versículos 25 al 27: "Y como fueron entre sí discordes, se fueron, diciendo Pablo esta palabra: Bien ha hablado el Espíritu Santo por el profeta Isaías a nuestros padres, 26Diciendo: Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis: 27Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y de los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos taparon; Porque no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane."
En estas comparaciones los autores del Antiguo Testamento atribuyen las palabras descritas a Jehová Dios, mientras que en el Nuevo Testamento se le atribuyen al Espíritu Santo.
Tengamos en cuenta, además, la cita bíblica siguiente:
Nuevo Testamento: 51Hechos capítulo 5: versículos 3 y 4: "Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón a que mintieses al Espíritu Santo, y defraudases del precio de la heredad? 4Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu potestad? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios."
En este pasaje se nota claramente como el apóstol Pedro se refiere al Espíritu Santo como divino, para lo cual debió haber hecho uso del término Elohim, por cuanto en el texto 16griego está traducido como “theós”, y al español como Dios.
Evidentemente, la concepción de la divinidad del Padre revelada en el Hijo y el Espíritu Santo según la apreciación de este estudio, fue lo que dio lugar al desarrollo del pensamiento trinitario en la iglesia de los primeros siglos sucesivos a la conclusión de los escritos apostólicos.
5Auténticos datos históricos dicen que la primera evidencia de su origen tuvo lugar en la palabra “trias”, cuya traducción latina es trinitas, fue primeramente encontrada en Teófilo de Antioquía cerca del año 180 d. C. Y aunque se afirma que ya este término era usado antes de su tiempo, no obstante, más tarde aparece en su forma latina de “trinitas” en Tertuliano. Pero en el siglo siguiente, la palabra tiene uso general. La misma se encuentra en muchos pasajes de los escritos de Orígenes compuestos entre los años 260 y 270 d. C. donde escribe lo siguiente:
5“Por lo tanto, no hay nada creado, nada sujeto a otro en la Trinidad: tampoco hay nada que haya sido añadido como si alguna vez no hubiera existido, pero que ingresó luego: por lo tanto, el Padre nunca ha estado sin el Hijo, ni el Hijo sin el Espíritu: y esta misma Trinidad es inmutable e inalterable por siempre.” (P. G. X, 986).
La idea concebida es que, aunque solo hay un Dios único y verdadero, la Deidad está integrada por la unidad de los tres Seres divinos, que según la declaración de Orígenes, son coeternos y coiguales, en divina perfección y en esencia, de una misma naturaleza y una misma substancia.
No obstante, Según datos de la 47Enciclopedia Católica, varios Padres de la Iglesia, incluyendo los del Concilio de Sárdica, en su carta sinodal trataron las palabras de nuestro Señor, según Jn. 14: 28: "Porque el Padre mayor es que yo."
Además de ello, en varios pasajes del Nuevo Testamento, el Hijo de Dios declara la supremacía del Padre y su total dependencia de Él. Ver Jn. 8: 28; 5: 19 y Mt. 24: 36. Ver además, 1Co. 11: 3 entre otros.
A pesar de ello, y de una serie de reconocidos opositores, el concepto de la Trinidad terminó siendo adoptado como parte de la liturgia de la Iglesia en el siglo IV según las definiciones dadas acerca del Hijo en el 48Concilio de Nicea (325 d. C). Así como en 49Constantinopla (381 d. C). donde se indicó que el Espíritu Santo es adorado y glorificado junto con Padre e Hijo, sugiriendo que era también consubstancial a ellos.
Este gran misterio de la existencia de tres Seres divinos como integrantes de la Deidad, pareciera tener su razón de ser en el hecho de que, habiendo concebido Dios desde la eternidad misma, sus propósitos para con el hombre, sabiendo el trágico proceso por el que este tendría que pasar, vio la necesidad, desde la infinitud del tiempo, de manifestarse a él en tres diferentes etapas o dispensaciones. Lo cual era necesario hacer también a través de tres diferentes personas, en una perfecta representación del mismo Dios. De manera que, según el concepto de la teología, en la primera dispensación, Dios el Padre, trató directamente con el hombre, mientras que en la segunda trató con él a través del Hijo, debido a la necesidad de su redención. Sin embargo, en la tercera dispensación nos ha tratado a través del Espíritu Santo, mediante la maravillosa obra renovadora en nuestros corazones para nuestra conversión. Complementando así el plan de la salvación previsto para la humanidad.
Evidentemente, el concepto trinitario de la Iglesia cristiana, sea o no, de la aceptación de muchos, tuvo su origen en las diferentes declaraciones expuestas en las Sagradas Escrituras, según nuestro estudio realizado, y nada tiene que ver con las ideas de 28las trinidades paganas, como la trinidad egipcia, la trinidad babilónica y la trinidad asiria.
APÉNDICE
Detalles acerca del “Verbo”: Creo de vital importancia aclarar que “el Verbo”, referido en el pasaje citado de Juan 1: 1, según 60Léxico Griego-Español, es traducido del término lógos: palabra, dicho, mensaje, enseñanza, plática, comunicación, ajuste de cuentas, cuentas, razón, causa, demanda, asunto.
Todas estas acepciones son aplicadas en diferentes pasajes del Nuevo Testamento con base en el logos. Es verdaderamente alarmante la cantidad de aplicaciones de carácter filosófico que se le han atribuido a este término a través de la historia. Lo más simple y sensato que haya podido leer al respecto, es que el mismo tuvo un uso trascendental entre varios filósofos griegos del Siglo I antes de Cristo. Ellos le atribuían la existencia del orden y la belleza del universo a una “razón divina”, la cual concebían también como “el ser”, “la existencia” o “la sabiduría”, lo cual describían mediante el uso del término logos. Si combinamos todos estos detalles de su definición, bien pudiéramos concebirlo como ["la existencia de un Ser Divino, quien es la fuente del razonamiento y la sabiduría"]. Los hebreos sin embargo, hacen uso del término “milá” cuyo significado, según la información del 59Diccionario Strong’s, incluye: palabra, discurso, tema, razón, razonamiento, refrán, respuesta. Sin embargo, el uso más común que le dieron los teólogos y pensadores cristianos de los primeros siglos fue “la palabra”. Tratando de acomodarla al pasaje de referencia, unos la han aplicado como “la palabra razonada” y otros como la palabra en acción o “el Verbo”. Por lo cual Gerónimo, siguiendo el patrón tradicional, al escribir la Vulgata Latina a finales del siglo IV d.C. tomó como referencia el “Verbum” para la traducción del logos; lo mismo hicieron los traductores de las versiones al español en el siglo XVI al traducir el término de referencia como “el Verbo”.
Sin embargo, lo cierto es que, ni en las acepciones señaladas por 60Léxico Griego-Español, ni en las del 59Diccionario Strong’s, fue tomada en cuenta la aplicación del “Verbo”. Todo lo cual parece indicar que su uso se estableció basado en conceptos de carácter filosófico.